Por primera vez en doce años las inversiones de China con respecto a la tenencia de bonos estadounidenses se reducen hasta su nivel más bajo: 980.800 millones de dólares. En medio de una grave inflación que azota al país norteamericano, Pekín no es el único en perder el interés en los bonos de EEUU.
Según informa el Departamento de Tesoro de EEUU, China ha sacado sus inversiones de la economía de EEUU, dejándolas al nivel más bajo desde el año 2010. Esto supone un descenso de casi 23.000 millones de dólares con respecto a abril y de casi 100.000 millones de dólares, o un 9%, con respecto al año anterior.
Pekín lleva más de un año reduciendo sus inversiones: las sanciones masivas contra Rusia parecen haber socavado la confianza en la principal moneda de reserva. Sin embargo, muchos medios apuntan a que le habían precedido varios otros detonantes como la guerra comercial desatada por Washington y luego la guerra tecnológica.
Los expertos predicen que el dominio del dólar podría disminuir como consecuencia de los brotes geopolíticos, según una encuesta del banco UBS. Eso ocurre mientras EEUU vive una de las inflaciones más altas en 40 años: su tasa interanual se sitúa en el 9,1 %, consecuencia de diversos factores, como el aumento de los precios de los energéticos, peajes, servicios portuarios y alimentos, entre otros recursos, derivado de las sanciones impuestas por Washington contra Rusia. El presidente estadounidense Biden lo calificó de «maldición». Y dijo que era mejor no contar con que los alimentos y el combustible se abarataran a corto plazo.
«Todo ha subido mucho debido a los precios récord de la energía, que se han disparado a raíz de las mal concebidas sanciones contra Moscú», señala la agencia Bloomberg.
Una tendencia común
No solo Pekín es partidario de abandonar el dólar. Según la encuesta anual de UBS realizada entre abril y junio a los 30 principales bancos centrales, todos están diversificando sus activos. Además de China y Japón, Arabia Saudí y Brasil también están reduciendo su inversión en bonos del Tesoro de EEUU.
«Estamos viendo una erosión gradual del dólar», declara Massimiliano Castelli a Financial Times, jefe de estrategia de mercados soberanos globales de UBS. «Se está perfilando un sistema monetario multipolar».
Algunos especialistas advierten que la reducción drástica, impulsada por los temores a más sanciones de Washington contra Rusia, está lejos de acabar.
China es el segundo tenedor de deuda estadounidense. La mayor participación en la deuda nacional estadounidense sigue correspondiendo a Japón. Tokio la mantiene en el nivel más bajo durante los últimos dos años: unos 1, 212 billones de dólares.
Mientras tanto el Reino Unido, Suiza y las Islas Caimán siguen a China con participaciones de 634.000 millones, 294.100 millones y 293.200 millones de dólares, respectivamente.
Los medios señalan que los inversionistas extranjeros buscan activos alternativos, como la renta variable, la deuda verde y los bonos protegidos contra la inflación, ante la preocupación por mantener los bonos del Tesoro estadounidense. Casi la mitad de los encuestados por el UBS afirmó que sus carteras están más diversificadas ahora en comparación con el año pasado.
El dólar sigue siendo la principal moneda de reserva. Sin embargo, los expertos predicen que los agravios geopolíticos podrían acabar privándole de su dominio.
«Eventualmente, en el futuro, veremos a los bancos centrales y los administradores de reservas pensando en qué más pueden tener en su «caja de herramientas de municiones» para combatir la volatilidad y los eventos macroeconómicos», reiteró Castelli.