Reino Unido está “decepcionado” con las nuevas acciones legales de la Unión Europea


El gobierno británico se declaró hoy “decepcionado” con la decisión de la Unión Europea (UE) de iniciar nuevos procesos legales contra el Reino Unido por incumplir el protocolo posbrexit para Irlanda del Norte.

Es decepcionante que la UE escogiera presentar nuevos procedimientos legales, en particular sobre las mercancías que salen de Irlanda del Norte hacia Gran Bretaña, porque es evidente que no representan un riesgo para el mercado único europeo, expresó un vocero oficial.

Según el portavoz gubernamental, una disputa legal no es del interés de nadie, y no arreglará los problemas que sufren la población y las empresas norirlandesas.

La Comisión Europea (CE) anunció este viernes el inicio de cuatro nuevos procedimientos de infracción contra el Reino Unido por incumplir condiciones del protocolo sobre Irlanda del Norte previsto en los acuerdos del Brexit.

El comunicado emitido desde Bruselas aclara que se abstuvo de tomar dichas medidas durante más de un año para crear un espacio de búsqueda de soluciones conjuntas con Londres, pero la falta de voluntad del Reino Unido para participar en un debate significativo, y su incumplimiento de lo acordado, no le dejaron otra alternativa.

El llamado Protocolo para Irlanda del Norte fue la fórmula acordada por el Reino Unido y la UE para evitar una frontera física entre ambas Irlandas, luego de la consumación del Brexit en enero de 2020.

El mecanismo establece que todos los productos procedentes del resto de Gran Bretaña deben ser sometidos a controles para comprobar que cumplen con las regulaciones sanitarias y aduaneras europeas antes de entrar a la provincia británica.

Los unionistas norirlandeses alegan que el protocolo, además de retrasar el flujo de mercancías, amenaza la posición de ese territorio británico dentro del Reino Unido, y exigen su revocación, pero la UE se opone a renegociar el acuerdo.

A finales de junio, la mayoría conservadora en el Parlamento británico aprobó una propuesta del Gobierno para cambiar de forma unilateral partes del documento, pese a las advertencias de Bruselas.

Según la canciller Liz Truss, quien aspira a reemplazar al dimitente primer ministro Boris Johnson, esas modificaciones son necesarios para romper el bloqueo político impuesto por el Partido Democrático Unionista en Irlanda del Norte, y preservar los acuerdos de paz del Viernes Santo de 1998.

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