BUENOS AIRES — La agencia de espionaje israelí Mossad aseguró que el ataque a la Embajada israelí en Buenos Aires de 1992 y el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de 1994 no fueron instigados por ciudadanos argentinos ni Irán intervino sobre el terreno, y que solo una unidad del grupo Hizbulá estuvo involucrada.
Mossad arrojó nueva luz sobre los ataques terroristas en Argentina en los 90, es el título de la nota publicada el 22 de julio por el diario estadounidense New York Times.
Los informes del Mossad señalan que una unidad de Hizbulá, supuestamente, introdujo los explosivos en el país sudamericano en botellas de champú y cajas de chocolate.
El artículo del diario estadounidense afirma que «los hallazgos contradicen las afirmaciones de larga data de Israel, Argentina y Estados Unidos de que Teherán tuvo un papel operativo en el terreno».
El servicio de espionaje israelí plantea que Irán no tuvo un papel operativo sobre el terreno, aunque sostiene que el país persa aprobó y financió los ataques y proporcionó entrenamiento y equipos, sin que hubiera cómplices entre funcionarios o ciudadanos de Argentina.
Según el Mossad, los atentados fueron llevados a cabo por Hizbulá en venganza por los ataques israelíes contra grupos chiíes en el Líbano.
El atentado a la Embajada israelí, perpetrado el 17 de marzo de 1992, causó 22 fallecidos y 242 heridos en pleno centro de la capital argentina, mientras que el atentado a la sede de la AMIA, el 18 de julio de 1994, provocó 86 muertos, incluido el atacante, y unos 300 heridos.
Esta semana se cumplieron 28 años del ataque a la AMIA, sin que la justicia argentina haya podido determinar las responsabilidades tanto de este atentado como el que hizo explosionar la Embajada israelí en Buenos Aires hace tres décadas.
Bajo el Gobierno del fallecido Néstor Kirchner (2003-2007), el Estado argentino reconoció en 2005 su responsabilidad internacional por no haber esclarecido el ataque y se comprometió a tomar una serie de medidas de resarcimiento para con los familiares.
El proceso de solución amistosa que se abrió a partir de esa instancia quedó truncado desde 2009 ante el incumplimiento de las obligaciones asumidas por el Estado.
Memoria Activa, una asociación de familiares que exige investigar el atentado a la AMIA y el ataque a la Embajada israelí, espera que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), una institución judicial autónoma de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que interpreta la Convención Americana sobre Derechos Humanos, celebre una audiencia para dictar los pasos que debe seguir el Estado Argentino para hacer frente a su responsabilidad.
El Centro de Estudios Legales y Sociales (entidad de derechos humanos, CELS) adelantó que esa audiencia tendrá lugar en octubre, cuando Argentina podría ser condenada por el encubrimiento y la falta de investigación del atentado.