MOSCÚ — El Gobierno de Irak anunció que exigirá a Turquía la retirada de fuerzas militares del territorio irakí y disculpas oficiales tras el reciente ataque de artillería a Zakho, llamará a consultas al encargado de negocios en Ankara y suspenderá el nombramiento del nuevo embajador.
Además, el Ministerio de Exteriores iraquí abrirá una carpeta para documentar «los continuos atentados turcos contra la soberanía de Irak», presentará una denuncia ante el Consejo de Seguridad de la ONU y citará al embajador de Turquía en Bagdad para informarle de esas acciones.
Estas decisiones se dieron a conocer al término de una reunión urgente del gabinete de seguridad nacional que se celebró anoche bajo la presidencia del primer ministro y comandante en jefe, Mustafa al Kadhimi.
Por su parte, el Ministerio de Cultura de Irak anunció en un comunicado que recomienda a los ciudadanos no viajar a Turquía por su propia seguridad y como un acto de respeto a las víctimas del bombardeo turco en Zakho.
El incidente detonó protestas en varias partes de Irak y algunos manifestantes llamaron a boicotear los productos hechos en Turquía, reportó la agencia de noticias Shafaq.
Según la información de última hora, al menos 9 personas murieron este 20 de julio y 33 más resultaron heridas por el impacto de proyectiles turcos en la zona turística de Barakh, en el distrito de Zakho, dentro de la región autónoma del Kurdistán. La mayoría de estas víctimas son turistas que se encontraban en un centro vacacional en las montañas.
El conflicto armado entre el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (proscrito en Turquía por terrorista) y las fuerzas turcas empezó en 1984 y se reanudó en 2015. Las bases del PKK en el norte de Irak son objeto de constantes ataques de la aviación turca.
La presencia de militares turcos en el campamento de Zlikan, al noreste de Mosul, capital administrativa de la gobernación de Nínive en Irak, provoca constantes tensiones entre Bagdad y Ankara, que justifica esa presencia con la necesidad de luchar contra el PKK.