Estados Unidos admite que el problema de la deuda perjudica la posición de la ONU


El retraso de Washington en las cuotas de la ONU crea un «desafío» explotado por China, dice el enviado

El retraso de miles de millones de dólares de Estados Unidos en sus compromisos con la ONU está perjudicando la capacidad de Washington para influir en la organización mundial, dijo el miércoles la embajadora Linda Thomas-Greenfield al Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Si bien la delegación estadounidense se ha resistido a los intentos de avergonzar por el tema, ha creado una oportunidad para China, dijo a los legisladores.

Thomas-Greenfield y la administradora de USAID, Samantha Power, testificaron ante el comité el miércoles por la mañana, con la «seguridad alimentaria mundial» como tema principal y la mayoría de las preguntas relacionadas con las exportaciones de granos de Rusia y Ucrania se detuvieron por el conflicto. Sin embargo, aproximadamente a la mitad de la audiencia, el Senador Chris Murphy (D-Connecticut) planteó el tema de la deuda de EE.UU.

“Ese es realmente el quid del desafío al que me enfrento en Nueva York todos los días, ya que estamos en una posición en la que tenemos que competir con nuestros adversarios para poder influir en las acciones de la ONU”, respondió Thomas-Greenfield.

“Se nos recuerda públicamente, e intentamos avergonzarnos, pero no sentimos vergüenza, que tenemos una deuda tan grande, atrasos tan grandes, en la ONU. Así que realmente tenemos que abordar ese problema si vamos a poder competir…”, agregó.

Cuando Murphy sugirió que esto dejaba vacantes para China o Rusia, Thomas-Greenfield señaló que Beijing puede financiar puestos para unos 400 jóvenes profesionales en la ONU, mientras que Estados Unidos no puede.

“Cada hueco que dejamos es una apertura para los chinos. Fluyen en cada espacio abierto que dejamos”, dijo.

Thomas-Greenfield y Power pasaron gran parte de la audiencia culpando a Rusia por la escasez de cereales y fertilizantes en el mercado mundial, insistiendo en que no tenía nada que ver con el embargo de Estados Unidos y sus aliados contra Moscú por el conflicto en Ucrania.

Tales acusaciones son «mentiras», dijo el miércoles el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, a RT y Sputnik en una entrevista. Lavrov señaló que las sanciones se han dirigido a barcos, instalaciones portuarias y seguros, con el efecto de cortar las exportaciones de granos rusos, mientras que el grano ucraniano está atrapado en puertos minados por orden de Kiev.

Estados Unidos y sus aliados ahora “quieren arrastrar al secretario general de la ONU a sus juegos”, dijo Lavrov.

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