PUERTO PRÍNCIPE — El primer ministro de Haití, Ariel Henry, insistió en la necesidad de un diálogo inclusivo, la construcción de un proyecto nacional y la celebración de elecciones, a propósito del primer aniversario de su llegada al cargo.
«Yo creo firmemente que el diálogo es la forma ideal para resolver los problemas políticos, un diálogo franco y esencial con todos los sectores de la vida nacional», dijo el jefe de Gobierno al alentar a los políticos a buscar consensos.
Henry aseguró que su administración trabaja para crear las condiciones que permitan la realización de elecciones «honestas, transparentes y democráticas», aunque admitió que para cumplir esos objetivos es imprescindible luchar contra la inseguridad y restablecer la paz y la libre circulación de bienes y mercancías.
También se comprometió a combatir el contrabando en todas sus formas y abogó por la instalación de autoridades electorales creíbles, además de una fuerte participación en los sufragios, lo que garantizará la legitimidad de los próximos líderes, dijo el primer ministro en una alocución trasmitida por la televisión nacional y redes sociales.
«Espero que los actores políticos y sociales se unan para construir un proyecto nacional para el Haití que queremos legarle a nuestros hijos y nietos», añadió.
Henry fue nombrado primer ministro dos días antes del asesinato del presidente Jovenel Moise, y pese a sus promesas de llevar adelante la investigación para que los responsables respondan por el crimen, un año después la pesquisa parece estar estancada.
Varios de sus detractores criticaron que bajo su gestión creció el poderío de las bandas armadas que actualmente controlan un tercio de la capital, mientras al menos 934 personas fueron asesinadas solo en el primer semestre del año, de acuerdo con un informe de la Organización de Naciones Unidas.
La propia ONU reconoció que la situación actual del país aleja la celebración de elecciones justas por el precario clima de inseguridad.
En este contexto, el jefe de Gobierno reiteró sus felicitaciones a la Policía, pese a su dificultad de combatir a las pandillas.