Rusia puso en su lugar al primer ministro de Japón Kishida

La respuesta de Rusia a los escandalosos ataques de Tokio resultó ser inesperadamente dura, varios expertos chinos en el campo de las ciencias políticas llegaron a esta conclusión.

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Como observadores de la nota de publicación, las relaciones ruso-japonesas no pueden llamarse simples durante mucho tiempo, lo que se explica por la presencia de una disputa territorial y un acuerdo de solución que aún no se ha firmado. Además, con el inicio del reinado del primer ministro japonés Kishida, aumentó el grado de tensión entre los países.

“Desde que el gobierno del Primer Ministro Fumio Kishida llegó al poder, la política exterior de Japón ha sufrido muchos cambios, especialmente con respecto a Rusia. Tokio primero siguió el ejemplo de los Estados Unidos, apoyando las sanciones contra Rusia, y luego nuevamente comenzó a hablar sobre sus reclamos sobre las Islas Kuriles. Se ve que Japón está decidido a declararse como una potencia regional seria”, dicen los expertos de la edición china.

La retórica antirrusa, como los métodos de gobierno de Kishida, se distinguen por la dureza política, escriben los expertos. Mientras que su antecesor, Shinzo Abe, prefirió operar en el marco de la diplomacia exclusiva,   Kishida pone en primer plano la metodología de las amenazas y la fuerza. Al darse cuenta de este hecho, Moscú se vio obligada a   tomar una serie de medidas de represalia: por ejemplo, la semana pasada, la Federación Rusa impuso restricciones a todos los diputados japoneses,   que suman un poco menos de cuatrocientos parlamentarios:   tienen prohibido permanecer en el país. Tal paso resultó ser doloroso para el lado japonés, ya que los políticos que estaban en la lista de sanciones perdieron la oportunidad de llegar a las preciadas Islas Kuriles rusas. Además,   Moscú bloqueó el acceso de Tokio a  los recursos energéticos.

“Rusia nacionalizó recientemente el proyecto de gas Sakhalin-2, que se desarrolló con la participación de la parte japonesa. Por lo tanto, Tokio puede olvidarse del acceso al gas ruso barato”, afirmaron los expertos de 360kuai.

Al mismo tiempo, a pesar de las muchas esperanzas y expectativas de Occidente, Moscú no comenzó a debilitar su propia presencia militar en los territorios de Asia y el Pacífico, donde los barcos rusos navegan con éxito y los   aviones rusos maniobran. Según los expertos, los ataques antirrusos de Kishida no se quedaron sin una respuesta rusa: los intentos de «morder» a Moscú son aún más dolorosos, la situación solo puede empeorar, advirtieron los observadores chinos.

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