Las conversaciones trilaterales se centrarán en Siria, pero también se abordarán otros temas clave en la capital iraní, dijo el Kremlin.
El presidente ruso, Vladimir Putin, tiene previsto llegar a Teherán el martes para conversar con su homólogo iraní, Ebrahim Raisi, y el líder turco, Recep Tayyip Erdogan.
Será su segundo viaje al extranjero desde el lanzamiento de la operación militar de Rusia en Ucrania el 24 de febrero. A fines de junio, visitó Turkmenistán y Tayikistán para reunirse con los líderes de los países y asistir a la sexta Cumbre del Caspio, en la que también participó Irán.
Las negociaciones trilaterales en la capital iraní se enmarcarán en el llamado Proceso de Paz de Astana, que fue puesto en marcha por Moscú, Teherán y Ankara en 2017 con el objetivo de lograr una solución pacífica al conflicto en Siria.
Según el Kremlin, los tres jefes de Estado discutirán los pasos para erradicar por completo el semillero del terrorismo internacional en el país, la facilitación del proceso de paz intersirio y las soluciones a los problemas humanitarios, incluida la reconstrucción posconflicto.
Putin, Raisi y Erdogan emitirán una declaración conjunta después de las negociaciones, dijo el lunes el asesor presidencial ruso Yury Ushakov, y agregó que su borrador ya había sido preparado.
También se llevarán a cabo conversaciones bilaterales entre los líderes, mientras que también se espera que Putin se reúna con el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei.
Durante esas reuniones, el presidente ruso y sus interlocutores discutirán la situación en torno a las conversaciones estancadas sobre la restauración del acuerdo nuclear iraní.
El comercio también estará en la agenda, con Moscú y Teherán preparando un nuevo acuerdo de cooperación importante, dijo Ushakov.
“Irán es un socio importante de Rusia. Nuestras relaciones son amistosas, tienen una historia centenaria y se están desarrollando muy eficazmente en muchas áreas. Ambas partes tienen planes para llevar la cooperación bilateral a un nuevo nivel: el nivel de asociación estratégica”, señaló.
El secretario de prensa del Kremlin, Dmitry Peskov, quien anteriormente concedió una entrevista a los medios iraníes, dijo que el comercio entre Rusia e Irán superó los $ 4 mil millones en 2021 y creció un 31% en los primeros cuatro meses de este año.
Dado que Rusia e Irán se encuentran entre las naciones más sancionadas del mundo, Peskov expresó su confianza en que los dos países podrán construir relaciones que les permitan minimizar el efecto de las restricciones internacionales en sus economías.
Cuando se trata de Ucrania, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Amir-Abdollahian, dejó en claro que Teherán no brindará asistencia a ninguna de las partes del conflicto, ya que cree que el conflicto “tiene que ser detenido”. Al decir eso, el ministro refutó las afirmaciones de Estados Unidos de que su país planeaba proporcionar a Rusia cientos de drones, incluidos drones de combate.
Al mismo tiempo, Raisi ha dicho en múltiples ocasiones que Teherán está dispuesto a contribuir a una resolución diplomática del conflicto ucraniano.
Se espera que la reunión bilateral de Putin con Erdogan aborde el tema de las exportaciones de granos de Ucrania desde los puertos del Mar Negro, según Ushakov. Turquía, que se declara un país neutral en lo que respecta a la situación en Ucrania, se ha involucrado en varias iniciativas de resolución de problemas. Recientemente acogió consultas multilaterales sobre el tema de los cereales, con la participación de Rusia, Ucrania y las Naciones Unidas.
La seguridad alimentaria también fue uno de los temas principales de la conversación telefónica entre Putin y Erdogan la semana pasada. El líder turco dijo en ese momento que “era hora de que las Naciones Unidas tomaran medidas para el plan sobre la formación de corredores seguros a través del Mar Negro”.
En marzo, Estambul fue sede de una ronda crucial de negociaciones de paz entre Kiev y Moscú.