El presidente de México ha revelado el contenido de una carta personal que le pasó a su homólogo estadounidense durante su reunión la semana pasada. Andrés Manuel López Obrador instó a Joe Biden a intervenir y desestimar los cargos contra el cofundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien enfrenta la perspectiva de 175 años en una prisión estadounidense.
“Le dejé una carta al presidente sobre Assange, explicándole que no cometió ningún delito grave, que no provocó la muerte de nadie, que no violó ningún derecho humano y que ejerció su libertad, y que arrestarlo significaría una afrenta permanente a libertad de expresión”, dijo López Obrador en conferencia de prensa el lunes.
“Y le expliqué a [Biden] que México ofrece protección y asilo a Julian Assange”, agregó el presidente mexicano.
No es la primera vez que el líder mexicano, ampliamente conocido por sus iniciales AMLO, hace un llamado a favor de Assange. A principios de este mes, dijo que si Washington condena a Assange, eso confirmaría que el mundialmente famoso monumento en el puerto de Nueva York “ya no es un símbolo de libertad”.
Si lo llevan a Estados Unidos y lo condenan a la pena máxima y a morir en prisión, debemos iniciar una campaña para derribar la Estatua de la Libertad”, declaró AMLO el 4 de julio, cuando EE.UU. celebraba su Día de la Independencia. .
Assange ha estado efectivamente confinado desde 2012, cuando solicitó asilo en la embajada ecuatoriana en Londres, tratando de evitar la extradición a Suecia, donde enfrentó dudosos cargos de agresión sexual que desde entonces han sido desestimados. Quito revocó el asilo de Assange en 2019 y la policía británica lo transfirió de la embajada a la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, donde ha permanecido desde entonces y, según los informes, su salud y estado mental se deterioraron rápidamente.
Los abogados del editor de WikiLeaks presentaron nuevas apelaciones a principios de este mes para impugnar su extradición a Estados Unidos. Enfrenta 18 cargos de conspiración para obtener y publicar material clasificado y violaciones de la Ley de Espionaje derivadas de recibir documentos militares ultrasecretos de un analista militar en 2010. Esto incluso después de que uno de los testigos clave del caso admitiera que fabricó partes importantes de su testimonio contra Assange.