Los países occidentales han impuesto duras sanciones contra Rusia a raíz de la operación militar de Moscú en Ucrania, apuntando a las empresas, la economía, los medios, los deportes e incluso la cultura de Rusia.
Rusia no puede desarrollarse aislada del resto del mundo, pero el aislamiento no ocurrirá a pesar de las sanciones occidentales, dijo el lunes el presidente ruso, Vladimir Putin.
“En el mundo moderno, es imposible simplemente dibujar un círculo alrededor de algo y encerrarlo”, dijo Putin.
El líder ruso continuó afirmando que Moscú no estará «desconcertado» por los esfuerzos occidentales para restringir o incluso cerrar por completo el acceso a productos de alta tecnología.
“No nos daremos por vencidos ni nos confundiremos, o incluso, como predicen muchos de nuestros malhechores, retrocederemos décadas en términos de desarrollo”, aseguró el presidente. «Por supuesto que no. Por el contrario, reconociendo la enorme cantidad de dificultades que enfrentamos, buscaremos activamente nuevas soluciones, utilizaremos de manera efectiva nuestras reservas tecnológicas soberanas existentes y los desarrollos de empresas nacionales innovadoras».
Como parte del mecanismo que permitiría al país superar los problemas inducidos por las sanciones, Putin enumeró la participación de capital privado en empresas rusas y esfuerzos y control adicionales cuando se trata de proyectos de alta tecnología.
A principios de julio, el presidente ruso reconoció que aún persisten muchos riesgos causados por las sanciones, pero destacó que las restricciones occidentales han fracasado contra quienes las impusieron. Estados Unidos, al igual que varios países europeos, se ha enfrentado a una inflación vertiginosa y al aumento vertiginoso de los precios de la energía a raíz de las sanciones contra Rusia.
A principios de semana, la Unión Europea reflexionó sobre la idea de realizar cambios en algunas de las sanciones contra Rusia, en particular las relacionadas con el gas, el petróleo y los fertilizantes.
La medida se introdujo como una posible forma de evitar el riesgo de obstaculizar las exportaciones de alimentos.