Tras los despliegues ampliados de los sistemas de misiles tierra-aire rusos S-400 en Bielorrusia, y el anuncio de que estos sistemas también serían adquiridos en mayor número por el ejército bielorruso, el 15 de julio se anunciaron simulacros de preparación para el combate para las unidades S-400 en Bielorrusia.
El Ministerio de Defensa de Bielorrusia. Bielorrusia sigue siendo el único aliado militar de Rusia en Europa, y los dos han integrado más estrechamente sus fuerzas armadas después de los esfuerzos occidentales percibidos para derrocar al gobierno bielorruso en 2020 y la imposición de sanciones económicas a Minsk por parte de las potencias occidentales.
“En cumplimiento del plan de entrenamiento 2021/2022 de la Fuerza Aérea y Tropas de Defensa Aérea, se realizó un ejercicio de alerta de las fuerzas de defensa aérea bajo la dirección del comandante de la Fuerza Aérea y Tropas de Defensa Aérea…
El comandante de la Fuerza Aérea y Las Tropas de Defensa Aérea elogiaron mucho las operaciones de los equipos de los sistemas de defensa aérea S-400 que participaron en el ejercicio… el personal militar del centro de entrenamiento de combate conjunto [Bielorrusia-Rusia] participó por primera vez”, informó la oficina de prensa del ministerio. “Durante la inspección, todos los objetivos de entrenamiento fueron detectados oportunamente y supuestamente destruidos”, agregó.
El S-400 es ampliamente considerado como el sistema de defensa aérea terrestre polivalente más capaz del mundo, junto con el S-300V4 más nuevo y más móvil y los sistemas S-500 de mayor alcance. Su despliegue ampliado a Bielorrusia en enero de 2022 se produjo en paralelo a un redespliegue de unidades de combate Su-35S desde el Lejano Oriente ruso al territorio, lo que ha reforzado las fuerzas rusas en el flanco occidental del país con la OTAN y al mismo tiempo ha permitido que ambos tipos de activos apoyen el esfuerzo de guerra contra Ucrania.
Los Su-35 han ganado múltiples muertes aire-aire contra objetivos ucranianos, mientras también participan en misiones de ataque, mientras que el S-400 vio su primer uso de combate en el conflicto. El sistema de misiles demostró notablemente su rango de ataque muy largo al derribar un caza ucraniano Su-27 desde territorio bielorruso, y puede atacar objetivos a velocidades Mach 14 a una distancia de hasta 400 km. Sigue siendo incierto si las unidades S-400 bielorrusas participaron en la guerra en Ucrania o si las que fueron disparadas desde Bielorrusia estaban bajo el mando del ejército ruso.
Fuentes bielorrusas han indicado repetidamente que las adquisiciones del sistema S-500 podrían considerarse en el futuro, lo que la fusión gradual de las fuerzas armadas de los dos países podría facilitar mucho. El S-400 es particularmente apreciado por sus costos operativos muy bajos en comparación con una capacidad defensiva equivalente proporcionada por los aviones de combate, lo que ha resultado en adquisiciones muy grandes por parte de las Fuerzas Armadas rusas para compensar el tamaño pequeño de las flotas de caza e interceptores del país en relación con los de la OTAN.