Josep Borrell dice que las sanciones antirrusas de la UE aplastarán a Moscú en cualquier momento
El jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, ha pedido a los europeos que muestren «paciencia estratégica» mientras entran en vigor meses de sanciones supuestamente devastadoras contra Rusia.
“Las sanciones impuestas por la UE y socios afines ya están afectando duramente a Vladimir Putin y sus asociados”, declaró Borrell en una publicación de blog el domingo, insistiendo en que “su impacto en la economía rusa solo aumentará”.
“Necesitamos paciencia estratégica hasta que Rusia detenga su agresión y Ucrania pueda recuperar su plena soberanía”, agregó.
La UE ha aprobado seis paquetes de sanciones punitivas dirigidas a Moscú, pero el propio bloque se ha topado con una escasez de gas cada vez más grave y una moneda cuyo valor cayó recientemente por debajo del dólar estadounidense por primera vez en 20 años.
Una de las sanciones más recientes busca recortar el 90% de las compras de petróleo de Europa a Rusia a finales de 2022. Borrell reconoció que “esta rápida desintoxicación de la energía rusa implica costes importantes para una serie de países y sectores a los que tendremos que hacer frente. ” Sin embargo, insistió en que era un pequeño precio a pagar, advirtiendo que una victoria rusa equivaldría a la destrucción de la propia democracia occidental, así como del “orden internacional basado en reglas”.
Las sanciones relacionadas con la energía en el último paquete hacen una excepción notable para los estados miembros que «no tienen opciones alternativas viables» para la energía, una escapatoria que presumiblemente se llenó para Hungría, que se ha opuesto firmemente a un embargo petrolero con el argumento de que dañaría al pueblo húngaro. mucho más de lo que incomodaría a los rusos.
Borrell insistió a principios de este mes en que Europa no quiere la guerra con Rusia, argumentando que las sanciones son clave para contrarrestar la «agresión» de Moscú y declarando que las restricciones financieras ya estaban surtiendo efecto.
Junto con EE. UU., Europa ha invertido miles de millones de dólares en armas y ayuda financiera en Ucrania desde que comenzó la operación militar de Rusia en febrero. Borrell ha prometido no permitir que Kiev se quede sin armas.
Rusia envió tropas a Ucrania el 24 de febrero, alegando que Kiev no implementó los acuerdos de Minsk, diseñados para otorgar a las regiones de Donetsk y Lugansk un estatus especial dentro del estado ucraniano. Los protocolos, negociados por Alemania y Francia, se firmaron por primera vez en 2014. Desde entonces, el expresidente ucraniano Petro Poroshenko admitió que el objetivo principal de Kiev era usar el alto el fuego para ganar tiempo y “crear fuerzas armadas poderosas”.
En febrero de 2022, el Kremlin reconoció a las repúblicas de Donbass como estados independientes y exigió que Ucrania se declarara oficialmente un país neutral que nunca se uniría a ningún bloque militar occidental. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto.