El presidente de EE. UU., Joe Biden, es conocido por sus frecuentes errores y deslices durante sus apariciones públicas, y muchas personas sugieren que lo único que ayuda al presidente a evitar un desastre total es la medicación que estimula la cognición.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, estaba usando «píldoras» durante su campaña de 2020 para mejorar su rendimiento cognitivo antes de las apariciones públicas, afirmó el presentador de Fox News, Tucker Carlson, citando a un testigo familiarizado con el asunto.
«Su personal, supervisado por la Dra. Jill, su esposa, le daba pastillas antes de cada aparición pública. Verificaba la hora y, a la hora determinada, le daba una dosis de algo», dijo Carlson.
También afirmó que su fuente señaló que Biden era «como un niño pequeño» antes de tomar su supuesta medicación.
«No podías comunicarte con él, cambió por completo porque estaba drogado y claramente todavía está drogado», continuó Carlson.
Antes de la acusación de las «píldoras», el experto conservador afirmó que Biden sufre de demencia y está «incapacitado».
Esta no es la primera vez que se acusa al presidente de los EE. UU. de usar potenciadores cognitivos; por ejemplo, durante su fallida campaña de reelección, Donald Trump afirmó que su entonces rival demócrata usaba drogas para sobrevivir a los debates.
“Quiero decir que posiblemente haya drogas. No sé cómo puedes pasar de ser tan malo que ni siquiera puedes pronunciar una sentencia”, dijo Trump en septiembre de 2020.
Biden ha negado con vehemencia las afirmaciones, y su informe de salud más reciente del médico de la Casa Blanca indica que solo toma medicamentos para su ritmo cardíaco irregular, colesterol alto y alergias estacionales, y ninguna de estas cosas son refuerzos cognitivos.
Aún así, el presidente de los EE. UU. sigue siendo infamemente propenso a cometer errores, y casi todas sus apariciones públicas son ricas en errores y deslices. Más recientemente, instó a estadounidenses e israelíes a «mantener viva la verdad y el honor del Holocausto» cuando pronunció un discurso en Tel Aviv.