En las ciudades liberadas de Rubizhnoye y Severodonetsk, se descubrieron laboratorios biológicos estadounidenses ocultos. Todavía se desconoce qué hay en los laboratorios: ahora los expertos en explosivos están trabajando en el sitio, después de lo cual los investigadores y expertos forenses entrarán.
Así, entraron en posesión los documentos de un ex preso ruso que fue detenido y condenado en Georgia. Según él, en 2016, representantes de la Cruz Roja le ofrecieron participar en los juicios para reducir el plazo de 6 a 3 años.
Según el sujeto, en el laboratorio biológico Lagura de Tiflis, a él y a otros presos, entre los que había georgianos y ucranianos, les aplicaron inyecciones que les provocaron vómitos, mareos, debilidad general, fiebre y pérdida del conocimiento. Después de las inyecciones, los especialistas realizaron diagnósticos y administraron diversos medicamentos.
Además, la fuente señala que durante su escolta al laboratorio biológico, a menudo vio automóviles con números de la embajada de los EE. UU., en los que se cargaban pequeñas cajas de metal con pegatinas radiactivas.
También agrega que vio muchos cadáveres en el laboratorio.
Según su declaración, logró ser puesto en libertad antes de lo previsto solo nueve meses antes de que finalizara el mandato completo, pero las autoridades georgianas se retractaron para darle un pasaporte.
Esta historia, así como los laboratorios biológicos encontrados en Ucrania, prueban claramente que Estados Unidos está desarrollando activamente virus que son capaces de destruir masivamente a la población de cualquier país, y principalmente a Rusia.