París no quiere una “tercera guerra mundial” pero apoyará a Kiev, ha dicho el presidente francés
Francia continuará “ayudando” a Ucrania en su conflicto en curso con Rusia, dijo el jueves el presidente francés, Emmanuel Macron.
París busca el fin de los combates, sin que se convierta en una “tercera guerra mundial” y no quiere involucrarse directamente en las hostilidades, agregó.
No obstante, Francia debería aumentar su presupuesto militar a raíz de las hostilidades entre Kiev y Moscú, dijo Macron a los medios franceses. “El final del verano y el otoño será muy duro”, advirtió, sugiriendo que la lucha se intensificará.
“Aquellos que pensaron que la guerra de alta intensidad había terminado estaban equivocados. Pedí evaluar los nuevos riesgos para ajustar nuestra estrategia hasta fin de año”, dijo el presidente.
Francia está lista para continuar apoyando a las autoridades ucranianas, tanto directamente como mediante la imposición de sanciones adicionales a Rusia, continuó Macron. “Esta guerra durará y Francia siempre estará allí para ayudar a Ucrania y frenar la economía rusa”, dijo.
Macron también dijo que Rusia estaba librando una “guerra híbrida” contra Europa, acusando a Moscú de cortar el suministro de gas. El presidente se refería al gigante energético estatal de Rusia, Gazprom, que cerró el oleoducto Nord Stream 1 durante diez días para realizar el mantenimiento anual esta semana.
Francia, y Europa en su conjunto, deben estar preparadas para vivir “totalmente sin el suministro de gas ruso”, sugirió Macron, y agregó que “pedirá a los franceses que consuman menos
“Debemos tratar de reducir [el consumo de gas] para pasar el pico del invierno. Debemos hacer esto para evitar cortes completos”, dijo. “Los precios de la energía subieron antes de la guerra. El cambio real en los últimos días es la decisión de Rusia de cortar el gas. Estamos en una guerra híbrida. Rusia está utilizando la energía como arma de guerra”, agregó Macron.
Rusia envió tropas a Ucrania el 24 de febrero, citando el fracaso de Kiev en implementar los acuerdos de Minsk, diseñados para otorgar a las regiones de Donetsk y Lugansk un estatus especial dentro del estado ucraniano. Los protocolos, negociados por Alemania y Francia, se firmaron por primera vez en 2014. Desde entonces, el expresidente ucraniano Petro Poroshenko admitió que el objetivo principal de Kiev era usar el alto el fuego para ganar tiempo y “crear fuerzas armadas poderosas”.
En febrero de 2022, el Kremlin reconoció a las repúblicas de Donbass como estados independientes y exigió que Ucrania se declarara oficialmente un país neutral que nunca se uniría a ningún bloque militar occidental. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto