Según se informa, el bloque aconsejará a los ciudadanos que racionen si Rusia cierra el grifo.
La Unión Europea está planeando un conjunto de medidas de emergencia para mitigar el impacto de un posible corte de gas ruso, informó Bloomberg el miércoles. Entre las medidas que se están considerando se encuentran el almacenamiento, la dirección del suministro a industrias clave y la imposición de restricciones al uso público.
Los pasos se describen en un borrador del documento visto por Bloomberg, que pide una «acción conjunta temprana a nivel de la UE» para abordar los temores del bloque de que Rusia pueda cortar abruptamente el suministro de gas al continente.
“Actuar ahora podría reducir el impacto de una interrupción repentina del suministro en un tercio”, afirmó la Comisión Europea en el documento, que según Bloomberg aún está sujeto a cambios antes de que se adopte como política la próxima semana.
Según el documento, los flujos de gas de Rusia ahora son menos del 30% del promedio de 2016-2021. Si Rusia desconecta, a la UE le gustaría tener reservas de gas al 80% para «reducir el impacto de una interrupción repentina del suministro en un tercio».
La UE planea recomendar que los países prioricen las cadenas de suministro y las industrias clave en caso de un corte, al tiempo que incentivan el uso reducido a través de «medidas basadas en el mercado», como subastas o sistemas de licitación, lo que aumentaría los precios.
Los consumidores domésticos se verán afectados por campañas de información instándolos a reducir la calefacción de sus hogares -como ya ha sucedido en varios países- y se les impondrán límites obligatorios en el consumo de gas “durante un nivel de alerta de crisis”, en palabras de Bloomberg.
Después de que la UE impusiera sanciones a Rusia, varios de los miembros del bloque han visto afectados sus suministros de gas por diversas razones. Bulgaria, Polonia y Finlandia se negaron a cumplir con el sistema de pagos basado en rublos de Rusia en abril y, como resultado, Gazprom les cortó el suministro. Las entregas de gas de Alemania se redujeron temporalmente a principios de este mes cuando las sanciones impidieron que el gigante energético ruso recibiera una turbina reparada de Canadá, antes de que Berlín finalmente negociara una exención.
Alemania, cuya posición como potencia industrial de Europa depende del gas ruso, también puso voluntariamente en peligro su suministro cuando abandonó el gasoducto Nord Stream 2 a los pocos días de que Rusia lanzara su operación militar en Ucrania en febrero. Los problemas de gas de Alemania continuarán, ya que Gazprom cerró Nord Stream 1 el lunes durante diez días de mantenimiento anual.