Las autoridades de Sri Lanka declararon el estado de emergencia después de que el presidente saliente, Gotabaya Rajapaksa, abandonara el país en medio de las protestas, informó la agencia France-Presse, citando a la oficina del primer ministro.
«Como el presidente está fuera del país, se ha declarado el estado de emergencia para hacer frente a la situación en el país», dijo a la agencia el portavoz del primer ministro, Dinuk Kolombaj.
Anteriormente el medio The Daily Mirror citó un comunicado de la Fuerza Aérea esrilanquesa en el que se asegura que la institución puso el 11 de julio a disposición del presidente, la primera dama y dos miembros de su seguridad un avión para volar a las Maldivas.
Antes, varios medios locales informaron que Rajapaksa iba a dimitir el 13 de julio ante las protestas que sacudieron el país por la grave crisis económica.
El 9 de julio en la capital esrilanquesa, Colombo, estallaron protestas multitudinarias contra la grave crisis económica que atraviesa el país. Los manifestantes entraron en la residencia del presidente al romper el perímetro de seguridad del edificio, y asaltaron la residencia privada del primer ministro y la incendiaron.
El primer ministro Ranil Wickremesinghe anunció el mismo día su disposición de renunciar para allanar el camino hacia un gobierno de unidad.
Este 11 de julio el presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, confirmó que dejará el cargo el 13 de julio, tal y como había avanzado dos días antes el líder parlamentario Mahinda Yapa Abeywardena.
Sri Lanka vive la peor crisis económica desde que obtuvo la independencia en 1948.
El país sufre una grave escasez de alimentos, combustibles y otros bienes de primera necesidad ante la falta de divisas para sus importaciones.
Los ingresos del país se vieron mermados por la reducción del turismo como consecuencia de las restricciones por la pandemia del coronavirus y otros factores.
El 12 de abril, Sri Lanka suspendió el pago de su deuda externa que asciende a más de 50.000 millones de dólares y actualmente mantiene conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para reestructurar el endeudamiento.