La inesperada renuncia del ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, precipitó una fulminante crisis política, que fue resuelta con el acuerdo entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la designación de su reemplazo.
Pero esta dimisión provocó una aceleración de la corrida cambiaria y bursátil que puso en jaque el cuadro financiero de la economía argentina en los primeros días de la nueva gestión y que amenazaba con una profundización de este descalabro, lo que demandaba una intervención rápida y eficaz de la flamante ministra, Silvina Batakis, para tranquilizar los mercados.
Antes de que abrieran los mercados esta semana, Batakis expuso los principales lineamientos del programa económico, pero también envió un potente mensaje político al mundo empresario, financiero y al Fondo Monetario Internacional.
Mostró que, a partir del cambio en el manejo del área económica, se consolida un equipo de trabajo entre funcionarios que tienen injerencia en la cuestión económica. Batakis brindó la conferencia de prensa junto a los ministros de Agricultura, Julián Domínguez; de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli; y de Turismo, Matías Lammens; el presidente del Banco Central, Miguel Pesce; y la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont. A esta altura resulta evidente que esta foto era de difícil realización con Guzmán a cargo del área económica.
¿Cuáles son las ideas económicas de Batakis?
En la conferencia de prensa para tranquilizar a los mercados, Batakis ofreció los siguientes conceptos económicos, que pueden resumirse como los principales lineamientos que dominarán su gestión.
La ministra afirmó que «necesitamos dar cierto orden y equilibrio en las finanzas públicas del Estado Nacional», para precisar que «las medidas que voy a anunciar tienen que ver con garantizar el equilibrio fiscal».
Reafirmó que cree en el equilibrio fiscal y la solvencia del Estado como promotor de la actividad económica. Para lograrlo precisó las siguientes medidas:
- Las cuotas presupuestarias mensuales que el Ministerio de Economía otorga a toda la Administración Pública Nacional van a ser controladas de acuerdo con la proyección de la caja real; es decir, que no se gastará más de lo que se tiene en caja.
- Se modificará la Ley de Administración Financiera para que todos los organismos del Sector Público Nacional tengan que estar contemplados en el manejo eficiente del presupuesto y las erogaciones.
- Se congelará el ingreso de personal a todos los organismos del Estado.
El mensaje central de estas iniciativas es que si no hay pesos en la caja las distintas áreas del Estado no podrán devengar gastos y luego cancelarlos. En lo operativo, eso implica un cambio sustantivo en la inercia del gasto público, donde la mayor parte de las áreas primero devenga el gasto y luego exige los recursos al Tesoro.
Primeras resistencias políticas a Batakis
Esta exposición de marcado rasgo fiscalista despertó inmediatas resistencias de dirigentes sindicales y sociales afines al Gobierno. Por este motivo el riesgo de ejecución de estas medidas fiscales es elevado, puesto que persisten las dudas sobre el apoyo político por parte del ala del Frente de Todos que responde a la vicepresidenta Cristina Fernández.
El diputado y líder sindical Hugo Yasky, quien ya anunció que no está de acuerdo con los lineamientos anunciados por la ministra de Economía, Silvina Batakis, avisó que la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) comenzará a realizar movilizaciones en todo el país, con el fin de habilitar el tratamiento y la aprobación del proyecto de ley de Salario Básico Universal. Iniciativa que Batakis mencionó que apoya, pero no para la actual situación fiscal de la economía argentina.
«La ministra Batakis eligió dar señales al mercado. Dejó de lado las otras señales que nuestro pueblo está aguardando, y que quienes formamos parte del Frente de Todos y representamos los intereses de los trabajadores y jubilados vamos a reclamar de distintas maneras, hasta que logremos una recomposición de los salarios, que por la urgencia tiene que ser a través de un aumento de suma fijo», dijo Yasky.
Juan Grabois, referente de movimientos sociales simpatizantes del gobierno del Frente de Todos, anunció que el 20 de julio van a salir a la calle. «Batakis defraudó declaración tras declaración, es más lamentable lo que no dijo que lo que dijo».
Una batalla ganada al mercado, pero la guerra continúa
El énfasis de la cuestión fiscal en la primera conferencia de prensa de Batakis tuvo dos destinatarios:
- 1.El FMI, frente externo que el gobierno quiere preservar para evitar una profundización de la incertidumbre vinculada al stock de reservas.
- 2.El mercado financiero y bursátil, que en estas últimas semanas ha estado convulsionado, sobre todo en los títulos públicos en pesos, que luego tuvo impacto en las cotizaciones de los dólares bursátiles (contado con liquidación y MEP), lo cual derivó en abusos en la remarcación de precios de bienes de la canasta básica de los hogares.
Pero la respuesta inicial de las cotizaciones del dólar, acciones y bonos a las medidas no fue de rechazo, lo que implicó un freno a la corrida descontrolada de la semana pasada. De todos modos, esta pulseada será diaria y el Banco Central con Economía deberán seguir dando esa batalla sin tregua.
Los dólares paralelos bajaron de 5 a 15 pesos (al bajar del récord de 300 pesos por unidad) y el riesgo país se mantiene en niveles elevadísimos, casi en 2.750 puntos. Esto último es indicador de que financistas locales e internacionales con títulos de deuda en dólares evalúan que existen elevadas probabilidades de insolvencia para hacer frente a los vencimientos de capital e intereses.
El desafío de controlar la tormenta financiera
El desafío de corto plazo de Batakis es que, mientras ordena la política fiscal, monetaria y cambiaria, los desequilibrios que se observaron durante las últimas semanas no se profundicen.
Uno de ellos es la renovación y colocación adicional de deuda en pesos, que hoy es la vía fundamental del financiamiento de las cuentas públicas del Tesoro del Estado argentino.
Por esto la ministra Batakis ratificó el complimiento de esos compromisos, además de la creación de un Comité Asesor de Deuda que evalúe, analice y haga propuestas en materia de deuda soberana en pesos.
Si se cierra este grifo de recursos, evento que ha sido alentado por economistas vinculados al poder económico y a la principal fuerza política de la oposición (el macrismo), como el último ministro de Economía de Mauricio Macri, Hernán Lacunza, colocaría al Gobierno en una posición de asfixia financiera con riesgo de colapso fiscal, con posterior descalabro político.
Para neutralizar esta movida desestabilizadora, Batakis afirmó: «Necesitamos dar cierto orden y equilibrio a las finanzas públicas del Estado Nacional». Para luego agregar que «soy una persona que cree en el equilibrio fiscal y en la solvencia del Estado como promotor de la actividad económica».
En ese sentido, adelantó que la economía argentina marchará hacia un terreno de tasas de interés positivas (en relación a la inflación, que se ubica cerca del 70% anual) para incentivar a ahorristas e inversores institucionales a comprar deuda pública en pesos.
Para concluir y alejar fantasmas de default, dijo que «de ninguna manera está en duda que nosotros no podamos cumplir con nuestras obligaciones en pesos. Esto lo descarto de cuajo».
Qué pasará con el acuerdo con el FMI
Pese a las fuertes críticas que el sector mayoritario de la coalición de gobierno (el kirchnerismo) manifestó en relación al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, Batakis reafirmó la voluntad del Gobierno de continuar cumpliendo con las metas establecidas en el programa pactado con este organismo financiero multilateral.
«Se mantienen las metas acordadas con el FMI», señaló la ministra de Economía, al tiempo que desalentó las especulaciones acerca de un fuerte ajuste de la paridad cambiaria. «Entendemos que el tipo de cambio multilateral está en una situación de equilibrio», aseguró.
Esto último fue la respuesta a las continuas presiones de factores de poder para forzar una brusca devaluación, evento que provocaría un aumento todavía mayor de la tasa de inflación con la consiguiente crisis social y política.
En este estrecho desfiladero político, financiero y económico, la nueva gestión al frente del Palacio de Hacienda deberá hacer equilibrio para dar al mismo tiempo señales de austeridad al mundo de las finanzas y al FMI, y brindar expectativas de mejoras en la cuestión social con una sostenida recuperación del poder adquisitivo de trabajadores y pensionados.