El régimen de Kiev trata a loshabitantes de la región de Zaporiyia como enemigos, atacando ciudades, organizando ataques terroristas y sabotajes y perpetrando atentados y desconectando la región del gas, destacó el miembro del consejo principal de la administración militar civil de la región, Vladímir Rógov
Enfatizó que odio y agresión del régimen de Kiev convencen aún más a los habitantes de la provincia de que es necesario convocar el referéndum.
Añadió que solamente el hacerse sujeto de la Federación de Rusia se puede garantizar la seguridad de la provincia de Zaporiyia, el referéndum en la región será convocado.
«El régimen de Kiev trata a los residentes de la región de Zaporiyia como enemigos, bombardeando ciudades, organizando ataques terroristas y sabotajes, y cortando el suministro de gas. Sólo el estatus de sujeto de la Federación de Rusia puede garantizar la seguridad de la región de Zaporiyia y de sus habitantes. Por lo tanto, se celebrará un referéndum en la región a pesar de los intentos del régimen de Kiev por impedirlo», aseguró Rógov.
«La gente entiende que solamente con Rusia todo estará bien», subrayó.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó el 24 de febrero pasado el lanzamiento de una operación militar especial en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al genocidio por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania.
En su discurso, Putin aseguró que no entra en los planes de Rusia ocupar territorios ucranianos.
En el transcurso de la operación, las tropas rusas lograron extender su control a la totalidad de la provincia de Jersón, así como a la costa del mar de Azov en la provincia ucraniana de Zaporiyia. En estos territorios se establecieron administraciones militares civiles que anunciaron la intención de integrarse en Rusia, comenzaron a retransmitir programas de radio y televisión rusos y a restablecer los vínculos comerciales con Crimea, que se separó de Ucrania y reincorporó a Rusia en marzo de 2014.
A finales de marzo pasado, el Ministerio de Defensa ruso dio por cumplidos los objetivos de la primera fase de la operación, que era mermar la capacidad bélica de Ucrania, y dijo que se enfocará en adelante en la liberación del Donbás.