Según los informes, dos sistemas de misiles antibuque Harpoon suministrados por Gran Bretaña fueron alcanzados por las fuerzas rusas cerca de Odessa.
Según se informa, las fuerzas rusas han destruido dos sistemas de misiles suministrados por Gran Bretaña en Ucrania, según un comunicado del Ministerio de Defensa de Rusia publicado el viernes.
Durante su sesión informativa diaria, el ministerio publicó un video que muestra a los barcos rusos disparando «armas de alta precisión basadas en el mar», que, según afirma, destruyeron dos sistemas de misiles antibuque Harpoon suministrados por el Reino Unido cerca de la aldea de Leman en la región de Odessa.
Ni Kiev ni Londres han confirmado o negado aún la destrucción de los sistemas de misiles.
Durante las últimas semanas, el Ministerio de Defensa de Rusia ha informado periódicamente sobre la destrucción de armamento extranjero que se había suministrado a las fuerzas de Kiev. El 6 de julio, las fuerzas rusas informaron de la destrucción de dos sistemas de cohetes HIMARS de fabricación estadounidense en la región de Donbass, así como de dos depósitos de municiones.
Rusia ha advertido repetidamente a los países occidentales que no proporcionen armamento adicional a Kiev, argumentando que solo serviría para prolongar el conflicto y crear más problemas a largo plazo incluso más allá del territorio de Ucrania.
A principios de esta semana, el ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, declaró que algunas de las armas extranjeras destinadas a Ucrania no habían llegado a su destino y, según los informes, se vieron reapareciendo en todo el Medio Oriente y terminando en los mercados negros.
Occidente ha seguido vertiendo armas y municiones en Ucrania. A fines del mes pasado, los países del G7 se comprometieron a brindar apoyo a Ucrania en todas las formas posibles “durante el tiempo que sea necesario”.
Mientras tanto, Moscú ha insistido en que continuará designando cualquier envío de ayuda letal a Ucrania como objetivos legítimos.
Rusia envió tropas a Ucrania el 24 de febrero, alegando que Kiev no implementó los acuerdos de Minsk, diseñados para otorgar a las regiones de Donetsk y Lugansk un estatus especial dentro del estado ucraniano. Los protocolos, negociados por Alemania y Francia, se firmaron por primera vez en 2014. Desde entonces, el expresidente ucraniano Petro Poroshenko admitió que el objetivo principal de Kiev era usar el alto el fuego para ganar tiempo y “crear fuerzas armadas poderosas”.