Rusia alcanzará sus objetivos en Ucrania a pesar de las armas entregadas por Occidente : Alto funcionario de seguridad


El aumento de los envíos de armas a Kiev no impedirá que Rusia logre sus objetivos, dijo el secretario del Consejo de Seguridad Nacional.

Las armas que Estados Unidos y sus aliados continúan enviando a Ucrania no tendrán un impacto en el resultado de la operación militar en curso de Rusia, dijo el martes el secretario del Consejo de Seguridad Nacional, Nikolay Patrushev, en una reunión.

Los «objetivos de Rusia se lograrán a pesar de que Estados Unidos y Occidente brinden asistencia militar a Ucrania», dijo Patrushev, quien anteriormente dirigió el servicio de seguridad nacional del país, el FSB, en una reunión de seguridad nacional en la ciudad rusa siberiana de Khabarovsk.

El funcionario dijo que la operación fue impulsada por una amplia gama de amenazas que los acontecimientos en Ucrania “plantean no solo para la seguridad de Rusia sino para todo el mundo”. El secretario del Consejo de Seguridad identificó la propagación de la ideología neonazi y los laboratorios biológicos ucranianos vinculados al Pentágono como ejemplos de tales amenazas.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha declarado anteriormente que la operación se lanzó para “desmilitarizar” Ucrania y también para proteger a la gente de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, cuya independencia Rusia reconoció en febrero. Rusia se quedó sin otras opciones para poner fin al derramamiento de sangre de años en Donbass, dijo el presidente en marzo, menos de un mes después del inicio de la acción militar.

A fines de junio, Putin dijo que los objetivos de Rusia en Ucrania no habían cambiado. El objetivo final es “liberar Donbass, proteger a estas personas y crear condiciones que garanticen la seguridad de la propia Rusia. Eso es todo”, dijo en Ashgabat, Turkmenistán, durante su primer viaje al extranjero desde febrero.

El 3 de julio, el ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, anunció que las fuerzas rusas y las milicias de Donbass habían tomado el control de todo el territorio de la República Popular de Lugansk.

Rusia envió tropas a Ucrania el 24 de febrero, alegando que Kiev no implementó los acuerdos de Minsk, diseñados para otorgar a las regiones de Donetsk y Lugansk un estatus especial dentro del estado ucraniano. Los protocolos, negociados por Alemania y Francia, se firmaron por primera vez en 2014. Desde entonces, el expresidente ucraniano Petro Poroshenko admitió que el objetivo principal de Kiev era usar el alto el fuego para ganar tiempo y “crear fuerzas armadas poderosas”.

En febrero de 2022, el Kremlin reconoció a las repúblicas de Donbass como estados independientes y exigió que Ucrania se declarara oficialmente un país neutral que nunca se uniría a ningún bloque militar occidental. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto.

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