La niña fue destrozada por un proyectil que golpeó un distrito residencial en Donetsk, dijo la familia devastada a los periodistas.
Una niña de 10 años estaba sentada junto a un banco frente a su casa en Donetsk cuando un proyectil disparado por las fuerzas ucranianas cayó en medio de la calle y la mató. La niña fue destrozada por la metralla, dijo la afligida familia a la agencia de noticias en video Ruptly de RT.
“Mi nieta ha volado en tres pedazos”, dijo el abuelo de la niña a los periodistas. “Mira ahí, hay sangre por todas partes”, dijo, señalando los portones metálicos que dan al patio de su casa.
Charcos de sangre aún cubrían la calle en el lugar donde la niña había sido alcanzada por los fragmentos del proyectil.
“Ella no llegó a casa”, agregó el abuelo de la niña, señalando las zapatillas de deporte de la niña, que estaban tiradas en el suelo cerca de la puerta de su casa. El cuerpo de la niña ya fue llevado a una morgue. “Ella y un niño… simplemente estaban caminando”, dijo la madre de la niña. “Ella buscó correr a casa…”, comenzó, antes de estallar en lágrimas.
La vecina de la familia dijo a los periodistas que escuchó un fuerte golpe y corrió a la calle solo para encontrar “la pierna de una niña tirada cerca de un jardín y otra aquí, en la puerta”.
Las fuerzas ucranianas bombardearon diferentes partes de la capital de la República Popular de Donetsk (RPD) el martes, dijo el alcalde de la ciudad, Aleksey Kuzmin, en una publicación de Telegram. Varias personas recibieron heridas de metralla, dijo Kuzmin, y también confirmó la muerte de la niña. La identidad del niño no se ha hecho pública.
Según el alcalde, los soldados ucranianos habían utilizado proyectiles de calibre 155 mm. Este calibre es habitual en los sistemas de artillería de la OTAN, mientras que las piezas de artillería rusa y ucraniana suelen tener un calibre de 152 mm. RT no pudo verificar de forma independiente qué tipo de artillería utilizaron las fuerzas ucranianas.
Rusia envió tropas a Ucrania el 24 de febrero, citando el fracaso de Kiev en la implementación de los acuerdos de Minsk, que fueron diseñados para otorgar a las regiones de Donetsk y Lugansk un estatus especial dentro del estado ucraniano. Los protocolos, negociados por Alemania y Francia, se firmaron por primera vez en 2014. Desde entonces, el expresidente ucraniano Petro Poroshenko admitió que el objetivo principal de Kiev era usar el alto el fuego para ganar tiempo y “crear fuerzas armadas poderosas”.
En febrero de 2022, el Kremlin reconoció a las repúblicas de Donbass como estados independientes y exigió que Ucrania se declarara oficialmente un país neutral que nunca se uniría a ningún bloque militar occidental. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto.