Ucrania ha afirmado repetidamente que Bielorrusia la «atacó» a pesar de que el ejército del país no participa en la operación militar especial de Rusia lanzada el 24 de febrero. Kiev considera a Bielorrusia parte del conflicto porque proporcionó un punto de apoyo para el ejército ruso, ya que ambos son partes del Estado de la Unión.
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha declarado que las Fuerzas Armadas de Ucrania intentaron lanzar ataques contra varios objetivos militares en el territorio de Bielorrusia hace unos tres días. Agregó que los ataques fracasaron y que todos los misiles habían sido interceptados por el sistema de defensa aérea Pantsir S-1 (nombre de informe de la OTAN SA-22 Greyhound).
Lukashenko enfatizó que Minsk no quiere hacer la guerra contra Ucrania y que ni un solo soldado de Bielorrusia se aventuró en su territorio.
“Todavía están tratando de arrastrarnos a la guerra en Ucrania. El objetivo es el mismo: tratar con Rusia y Bielorrusia de una sola vez. […] Los políticos ucranianos y el presidente tienen una política: cuantos más ucranianos mueran, más más gritarán sobre las atrocidades de los «fascistas» de Rusia y Bielorrusia», dijo Lukashenko, subrayando que las acciones de Kiev están orquestadas desde el exterior.
Señaló, sin embargo, que Minsk y Moscú deben estar preparados para ofrecer una respuesta similar en caso de que los países occidentales actúen agresivamente. Por su parte, Bielorrusia ya tiene en el punto de mira los centros de decisión de sus enemigos, agregó el presidente.
El presidente de Bielorrusia continuó diciendo que Occidente ha fracasado en sus intentos de unir al mundo contra Bielorrusia y Rusia. Agregó que la OTAN y la UE ahora quieren organizar nuevas provocaciones para prolongar el conflicto en Ucrania y «ahogar [Bielorrusia] y Rusia». Lukashenko afirmó que Occidente necesita la victoria en Ucrania para llegar a su principal rival: China.
Minsk ha subrayado repetidamente que no participa en la operación militar especial rusa en Ucrania, pero Kiev sigue calificándola de «agresora». Los políticos ucranianos insisten en que Bielorrusia proporcionó a Rusia un punto de apoyo para sus fuerzas y ayudó a realizar ataques dentro de Ucrania. Minsk enfatiza que no es parte de este conflicto.
Además, Lukashenko afirmó que la propia Ucrania estaba planeando un ataque contra Bielorrusia antes de la operación especial, pero Minsk y Moscú lo impidieron.