Sin pedir permiso. En el marco de la reciente cumbre de la OTAN en España, EEUU ha informado al país ibérico que apostará en la base de Rota dos destructores más de la clase Arleigh Burke, calificados como ‘poderosa joya naval’ del país norteamericano. Y todo, sin pedir permiso, con todo lo que implica este movimiento.
Confianza ‘Rota’
Más allá de los abusos de confianza en lo protocolar presuntamente perpetrados por el presidente de EEUU, Joe Biden, según expertos en lenguaje no verbal, están estas otras confianzas que se han atribuido, tanto el país norteamericano, como la Alianza Atlántica, dejan claro que en esa organización, hay quienes pisan fuerte, como el caso del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y hay quienes tragan.
‘Más vale pedir perdón, que pedir permiso’, dice una frase popular. Y así actuó EEUU, al añadirle estos dos destructores a la base de Rota.
«En España hay una frase, y supongo que también en muchos países de Latinoamérica, que dice que ‘La confianza da asco’. Los americanos tienen mucha confianza con los españoles por lo que se ve, y tanta es la confianza que ya directamente ni nos consultan, simplemente, nos informan. Nos dicen, ‘oye, que os vamos a colocar dos barcos más’, y como buenos vasallos, decimos, ‘¡ah, vale!'», ironiza al respecto el analista internacional Fernando Moragón.
El verdadero papel de España
Pero como para dejarle claro a España que su importancia en la organización no va más allá de obedecer, el propio mandamás de la OTAN bajó de un plumazo unas pretensiones que en los prolegómenos a la cumbre, el presidente del Gobierno de España, vendió como una certeza. Pero habló Stoltenberg, el pan subió, y el humo se disipó.
Lo que pretendía Sánchez, con tantas concesiones hechas a la OTAN, es que en esta cumbre se declarara que finalmente las ciudades de Ceuta y Melilla quedaban protegidas por el paraguas de la alianza atlántica, a cuenta de los desencuentros territoriales que al respecto tiene España con Marruecos. Pero inmediatamente lo ubicaron en su lugar.
Tras haber vendido Sánchez la piel de oso antes de cazarlo, dijo el secretario general de la OTAN: «Sobre Ceuta y Melilla, la OTAN está para proteger a todos los aliados. Siempre habrá una decisión política sobre el artículo 5». Traducido: si a Marruecos, aliado primordial de EEUU y Francia, entre otros países, le da por asaltar e intentar quedarse con esas dos ciudades españolas, entonces España se tendrá que buscar la vida sola. Y el artículo 5 sólo se activará, si hay una decisión política, que no reglamentaria. Y allí los intereses mandarían.
«Esto demuestra una vez más, que por desgracia nuestra política exterior [la española] es inexistente, y que nosotros [los españoles] tenemos una sumisión hacia el imperio, y sobre todo en temas militares, hacia Washington, y en temas económicos fundamentalmente hacia Bruselas por la parte de la Unión Europea, vergonzosa», sentencia Fernando Moragón.