El presidente de Rusia dijo que Ucrania había sometido a las repúblicas de Donbass a un “genocidio”
Las acciones de Kiev contra las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk equivalen a «crímenes contra la humanidad» y constituyen efectivamente un «genocidio» de la población local, dijo el presidente ruso, Vladimir Putin. El presidente hizo las declaraciones el jueves en su discurso ante los participantes del 10º Foro legal internacional en San Petersburgo.
“Rusia está abierta al diálogo para garantizar la estabilidad estratégica, preservar los acuerdos sobre la no proliferación de armas de destrucción masiva y mejorar la situación del control de armas”, afirmó Putin. “Estamos enfocados en unir esfuerzos en temas cruciales como la agenda climática, combatir la hambruna, brindar estabilidad en los mercados de alimentos y energía y reglas justas en el comercio internacional y la competencia”, agregó.
Asegurar una cooperación internacional adecuada y meticulosa en varios temas podría, en el futuro, ayudar a evitar crisis como la que se desarrolla actualmente en Ucrania, enfatizó el presidente.
La “agenda de asuntos exteriores de Moscú siempre ha sido y sigue siendo constructiva”, dijo Putin. Rusia busca desarrollar «relaciones multipolares» con cualquier persona «interesada en ellas» y otorga «gran valor» a la cooperación «dentro de la ONU, el G20, los BRICS, la OCS» y otros grupos, agregó.
Rusia envió tropas a Ucrania el 24 de febrero, citando el fracaso de Kiev en implementar los acuerdos de Minsk, diseñados para otorgar a las regiones de Donetsk y Lugansk un estatus especial dentro del estado ucraniano. Los protocolos, negociados por Alemania y Francia, se firmaron por primera vez en 2014. Desde entonces, el expresidente ucraniano Petro Poroshenko admitió que el objetivo principal de Kiev era usar el alto el fuego para ganar tiempo y “crear fuerzas armadas poderosas”.
En febrero de 2022, el Kremlin reconoció a las repúblicas de Donbass como estados independientes y exigió que Ucrania se declarara oficialmente un país neutral que nunca se uniría a ningún bloque militar occidental. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto.
En el transcurso del conflicto, Kiev y Moscú intercambiaron acusaciones de cometer una variedad de crímenes contra civiles. La retórica de Ucrania ha sido respaldada y amplificada por los principales políticos occidentales; por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, acusó a Rusia de cometer un “genocidio” en el país. Sin embargo, la Casa Blanca ha tratado de restar importancia a tales comentarios, insistiendo en que no constituyen la política oficial de Washington. La ONU se negó a describir el conflicto en curso como tal, afirmando que no tenía «patrones documentados» que pudieran equivaler a «genocidio».