WASHINGTON — Los propios estadounidenses están siendo golpeados por las sanciones que impuso el presidente Joe Biden a Rusia, sostuvo el embajador ruso en Washington, Anatoli Antónov.
«El propio Estados Unidos sufre el impacto de las restricciones antirrusas. El alza de los precios de consumo estableció en este país su peor récord en los últimos 40 años», señaló el embajador en declaraciones a la prensa.
Antónov subrayó que Estados Unidos y sus aliados al romper los lazos económicos con Rusia agravaron la crisis económica mundial.
«En todas partes se registra la caída de la actividad empresarial, el colapso de las cadenas logísticas, la ralentización de los flujos de inversión, problemas en el mercado laboral, la caída de los ingresos de las empresas y la población», consignó.
El jefe de la misión diplomática rusa remarcó que los socios de Estados Unidos huyen del dólar y buscan realizar las transacciones en otras monedas.
«Los mercados ven que el Gobierno estadounidense es impredecible, siembra el caos y el pánico. La industria rusa tiene un rol importante en el mercado global y las nuevas barreras que afectan al oro y a la exportación industrial rompen las reglas del juego para todas las economías», advirtió.
Al abordar el problema de la seguridad alimentaria, el embajador enfatizó que los países occidentales con su ola de restricciones antirrusas desataron una crisis global en este ámbito.
«Sus causas primarias son las decisiones macroeconómicas incorrectas de varios países desarrollados, el cambio climático, la pandemia de COVID-19. La solución es posible solo si se garantiza el libre acceso de los cereales y los fertilizantes, incluidos de Rusia, al mercado mundial», apostilló.