TOKIO — Los líderes de Japón y Corea del Sur celebraron por primera vez una breve reunión en Madrid, informó en una rueda de prensa en Tokio el ministro portavoz del Gobierno japonés, Yoshihiko Isozaki.
«Durante el banquete el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, y el presidente de la República de Corea, Yoon Suk-yeol, se reunieron e intercambiaron de saludos muy breves», dijo.
Durante la reunión Kishida expresó la intención de esforzarse para sanar las relaciones bilaterales, que actualmente están «en un estado extremadamente grave», recalcó Isozaki.
«El Gobierno de Japón tiene intención de interactuar con Corea del Sur para sanear las relaciones», reiteró.
Anteriormente se informó que al margen de la cumbre de la OTAN se celebrará una reunión trilateral entre los líderes de EEUU, Japón y Corea del Sur.
El primer ministro de Japón no asistió a la toma de posesión de Yoon Suk-yeol debido al enfriamiento entre ambos países últimamente. Las piedras angulares de las relaciones bilaterales fueron las llamadas mujeres de consuelo y la mano de obra coreana forzada en las plantas japonesas durante la Segunda Guerra Mundial.
Las mujeres de consuelo es un eufemismo del sistema de prostitución forzada que funcionó en los países asiáticos invadidos por Japón durante la II Guerra Mundial.
Tokio pagó a Corea del Sur 500 millones de dólares en 1965 a título de compensación de los daños ocasionados durante la guerra, suponiendo eliminar con eso todas las contradicciones. Pero el tema de mujeres de consuelo volvió a plantearse hace unos años y solo la presión ejercida por EEUU obligó a Tokio y Seúl a llegar a un acuerdo que se firmó en 2015 con el fin de solucionar «de modo definitivo e irrevocable» el problema en cuestión.
Pero el acuerdo se suscribió durante la presidencia de Park Geun-hye, quien tuvo que dimitir por un escándalo de corrupción, bajo el nuevo presidente, Moon Jae-in, el fondo a que Japón ya había transferido hacia aquel momento cerca de 9 millones de dólares, quedó disuelto y la solución del problema se congeló.
Japón afirma al mismo tiempo que hasta el momento no se ha presentado ninguna documentación oficial que confirme la existencia de la prostitución forzosa y expuso esta posición suya en la ONU en numerosas ocasiones.
Conforme al acuerdo de diciembre de 2015 Japón se comprometió a pagar a las ex mujeres de consuelo un mil millones de yenes (cerca de 9 millones de dólares) a condición de que tal acto se reconozca como «la solución definitiva e irreversible» del problema. La parte surcoreana aceptó esta fórmula.
A finales de 2018 la corte surcoreana obligó las empresas japonesas Nihon Steel, Fujikoshi Corporation y Mitsui Heavy Industries, que utilizaban la mano de obra forzada de los coreanos durante la Segunda Guerra Mundial, a pagar indemnizaciones a los afectados. Tokio afirmó que todas las indemnizaciones ya fueron pagadas en 1965, suponiendo que una parte de los 500 millones de dólares sea dirigida a los afectados.
No obstante, los fondos fueron asignados al desarrollo de la economía e infraestructura, y los afectados siguen solicitando recompensa en los tribunales. Tokio opina que el demandante debe ser el Gobierno de Corea del Sur y no las empresas japonesas.
Asimismo, no se han pagado las indemnizaciones, aunque la corte arrestó los activos de estas compañías en Corea del Sur.