ONU — El jefe adjunto de la Misión de Rusia ante las Naciones Unidas, Dmitri Polianski, alertó del riesgo de que la situación en Libia se vuelva descontrolada por lo que calificó como «egoísmo» de Occidente.
«La situación en Libia podría descontrolarse debido a las controversias internas y el egoísmo de nuestros colegas occidentales», advirtió Polianski al intervenir en una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El diplomático ruso constató que la Misión de Apoyo de la ONU en Libia (Unsmil, por sus siglas en inglés) «lleva mucho tiempo decapitada», sin poder cumplir cabalmente con su función de acompañamiento del diálogo nacional.
Polianski recordó que la jefa de facto de la Unsmil, Stephanie Williams, nombrada en diciembre pasado como asesora especial del secretario general de la ONU, sigue sin responder ante el Consejo de Seguridad, y reprochó a diplomáticos occidentales por actuar con «mentalidad neocolonial».
«Quisieran imponer a los libios su visión del futuro modelo y composición del gobierno, política que nos parece cínica e inadmisible», dijo.
El número dos de la Misión de Rusia ante la ONU enfatizó que «es hora de acabar con el egoísmo de los países occidentales que se han autodesignado administradores de los destinos de Libia» y ven en la nación magrebí su «patio trasero».