Según los informes, los funcionarios de la administración de Biden creen que Kiev debería redefinir lo que consideraría una victoria contra Rusia.
Algunas personas en la administración de Biden se muestran escépticas sobre la capacidad de Kiev para cambiar el rumbo de la guerra contra Rusia y montar una contraofensiva efectiva para recuperar los territorios perdidos en los últimos cuatro meses, informó CNN el martes. Creen que el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky debería moderar sus expectativas y redefinir lo que consideraría una victoria contra Rusia, dijo el medio de comunicación.
Otros en el gobierno de EE. UU. mantienen la esperanza de que Kiev pueda desafiar las probabilidades, si se le proporcionan suficientes armas occidentales.
“Que Ucrania pueda recuperar estos territorios depende en gran parte, si no en su totalidad, de cuánto apoyo les demos”, dijo un asistente del Congreso de Estados Unidos.
A los escépticos les preocupa que, incluso con la ayuda militar occidental, Kiev no pueda enfrentarse a Rusia en el campo de batalla, según el informe. Ucrania ha sufrido grandes pérdidas tanto en mano de obra como en armas, ya que sus fuerzas han sido repelidas de áreas clave en el este en las últimas semanas.
Las armas más avanzadas que pueden proporcionar los patrocinadores de Kiev son estándar de la OTAN y no son familiares para las tropas ucranianas, que necesitan tiempo para entrenarse y aprender a usarlas. Mientras tanto, el arsenal de armas de la era soviética que poseen las naciones de Europa del Este ha ido disminuyendo.
Zelensky se comprometió a continuar luchando hasta que las tropas rusas sean empujadas de regreso a donde estaban antes de que comenzara la ofensiva a fines de febrero. Kiev esperaba que el apoyo occidental le diera una posición más fuerte para negociar eventualmente un acuerdo de paz, y Washington creía que aseguraría una derrota estratégica para Rusia.
Las fuentes de CNN dicen que la administración de Biden no tenía la intención de presionar a Kiev para que ajustara sus políticas, lo que refleja las declaraciones públicas de los funcionarios estadounidenses. Incluso si se sigue el consejo de los escépticos, no se espera que Zelensky renuncie formalmente a los reclamos ucranianos sobre el territorio perdido, según el informe.
Rusia atacó al estado vecino luego de que Ucrania no implementara los términos de los acuerdos de Minsk, firmados por primera vez en 2014, y el eventual reconocimiento de Moscú de las repúblicas de Donbass de Donetsk y Lugansk. Los protocolos negociados por Alemania y Francia fueron diseñados para otorgar a las regiones separatistas un estatus especial dentro del estado ucraniano.
Desde entonces, el Kremlin ha exigido que Ucrania se declare oficialmente como un país neutral que nunca se unirá al bloque militar de la OTAN liderado por Estados Unidos. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto y ha negado las afirmaciones de que planeaba retomar las dos repúblicas por la fuerza.