El presidente ruso ve «no hay necesidad» de una respuesta recíproca a los vuelos de entrenamiento de la alianza
El presidente ruso, Vladimir Putin, no apoyó la sugerencia de su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko, de ofrecer “una respuesta espejo” a los vuelos de entrenamiento de aviones de la OTAN.
El sábado, durante su reunión con Putin en San Petersburgo, Lukashenko compartió su preocupación por los aviones estadounidenses y de la OTAN “que se están entrenando para transportar ojivas nucleares y cargas nucleares”. Le pidió a su colega ruso que “considerara reflejar la respuesta a estas cosas”, o al menos que ayudara a Minsk a mejorar sus aviones.
Putin respondió a la propuesta diciendo que si bien “no hay necesidad” de reciprocidad, Rusia y Bielorrusia deben tomar medidas para garantizar su propia seguridad, “así como, probablemente, la de otros miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva”.
En este contexto, Putin sugirió la modernización de «un grupo bastante grande» de aviones SU-35 de Bielorrusia en Rusia y comenzar la capacitación del personal de vuelo. También prometió que “dentro de los próximos meses” Rusia enviará a su aliado sistemas de misiles tácticos Iskander-M que pueden usar tanto misiles balísticos como de crucero “tanto en versiones habituales como nucleares”.
Ambas propuestas fueron bien recibidas por Lukashenko.
Durante la reunión, Putin también actualizó a su homólogo sobre las capacidades de la OTAN. Afirmó que “los estadounidenses tienen 200 municiones tácticas nucleares en seis países europeos miembros del bloque del Atlántico Norte”, con 257 aviones, “no solo estadounidenses”, preparados para su posible uso.
La reunión se produjo el día en que la inteligencia ucraniana acusó a Moscú de intentar “arrastrar” a Bielorrusia a su acción militar contra Kiev. La Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania afirmó que el sábado por la mañana temprano, las regiones de Chernigov, Kiev y Sumy sufrieron “un bombardeo masivo de misiles” por cohetes disparados desde la ciudad de Petrikov, Bielorrusia, aproximadamente a 50 a 60 kilómetros de la Frontera ucraniana.
También agregó que el viernes, «grupos de sabotaje rusos» llegaron a la ciudad de Mozyr en Bielorrusia con la intención de volar edificios residenciales, escuelas y hospitales locales para culpar a Ucrania por ello.
Putin y Lukashenko no comentaron sobre estas acusaciones