La culpa de la caída del premier de Bulgaria, Kiril Petkov, es de Rusia. Es lo que ha dicho el propio Kiril Petkov. La realidad es que su gestión de títere de Bruselas y de EEUU, que provocó el desastre en la economía de su país, y su política hacia Macedonia del Norte, fueron las verdaderas razones, según el analista internacional Juan Aguilar.
Los sospechosos de siempre
Los libros de historia dirán que Petkov perdió la moción de censura presentada por los partidos Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria [GERB], en un resultado de 123 a 116 votos.
Como no podía ser de otra manera, y tal como cabe y esperable de un Gobierno subordinado a Bruselas, Petkov sacó el manual de usario del bloque comunitario para recitar el mantra: «Fue un honor para mí encabezar un Gobierno derrocado por Borisov, Peevski, Trifonov y Mitrofánova», afirmó el primer ministro tras perder la votación
A modo de aclaración: Boyko Borisov es el presidente de GERB y ex primer ministro, Delyan Peevski es un empresario y diputado parlamentario, Slavi Trifonov es un presentador de televisión y político, y Eleonora Mitrofánova es la embajadora de Rusia en Bulgaria.
Respecto a uno de los detonantes de la caída de la economía de Bulgaria en los últimos meses, el director del Instituto Español de Geopolítica [IEG], Juan Aguilar, se pregunta: ¿Por qué Bulgaria no ha abierto una cuenta en rublos; por qué ha perjudicado a su economía; por qué ha permitido que los precios se vuelvan prohibitivos para los búlgaros? Pues porque el Gobierno de Petkov no es más que un Gobierno títere de las potencias occidentales. Eso lamentablemente es así. Lo triste es que en esa coalición de Gobierno esté el antiguo partido comunista, ahora partido socialista de Bulgaria, y Bulgaria Democrática que es un partido pro-OTAN».
«Éstos son los personajes. El propio Petkov no es más que un agente occidental. De hecho, es economista, estudió en Harvard, y está colocado ahí como buen elemento a manipular desde Bruselas. […] Por otro lado, también está el disgusto que tiene Bulgaria por el asunto de Macedonia del Norte y el trato a las minorías búlgaras en este país», apunta Aguilar.
El club UE
«La Unión Europea no existe, y cualquier otra cosa es una pura ilusión. Cada vez que habla [el jefe de la diplomacia europea, [Josep] Borrell sube el pan, pero no habla Europa. Cada vez que habla [la presidenta de la Comisión Europea, Ursula] von der Leyen sube el pan, pero no habla Europa. Al final siempre habla el general norteamericano que manda las directrices de la OTAN en Europa, que está a lo que diga la Casa Blanca, y que nadie se haga más películas», explica Aguilar.
En este sentido, el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, de visita en Bakú, en rueda de prensa junto a su par de Azerbaiyán, Djeyhun Bayramov, en Bakú, afirmó que el rumbo de las políticas modernas de la UE obliga incluso a los países candidatos a miembros, a adherirse a una política externa rusófoba, lo que ha demostrado que el bloque en realidad «no quiere tendencias unificadoras en Europa». «Si quieres ser nuestro candidato a miembro [de la UE], ya debes mostrar una postura rusófoba», abundó el diplomático.
Según Lavrov, uno de los ejemplos es el caso de Serbia, a la que Bruselas presiona para unirse a las sanciones contra Rusia.
«Efectivamente, las mismas razones por las cuales en la Segunda Guerra Mundial, Hitler y demás, atacaron la Unión Soviética, eran razones geopolíticas, son las mismas que se dan ahora. Las ideologías eran distintas, los personajes también, incluso las formas, pero las razones geopolíticas son las mismas: allí hay un amplio Estado [Rusia], con grandes materias primas, riquezas naturales, etc., y ‘lo queremos saquear, lo queremos para nosotros’. Hitler lo llamaba ‘el espacio vital’, y ahora le llaman que [los rusos] ‘van en contra del lado correcto de la historia. ¿Y cuál es el ‘lado correcto de la historia’? El que dice la Casa Blanca. Antes, [durante la Segunda Guerra Mundial] era lo que decía Berlín, ahora es lo que dice la Casa Blanca», advierte el analista.
«La UE es una vergüenza. […] Desde su origen, la UE ha sido esto: un entramado al servicio de los intereses de los EEUU», sentencia Juan Aguilar.