El Gobierno de EEUU ha iniciado unas discusiones abiertas sobre sus planes de dividir a Rusia en varios países más pequeños, hablando de la «descolonización de Rusia» por necesidad «moral y estratégica».
Este fue el espíritu del panel de discusión abierto iniciado por el Comité de Seguridad y Cooperación en Europa de EEUU (CSCE), que tanto por su contenido como por la descripción habla abiertamente sobre la, ni más ni menos, «necesidad» de partir al país euroasiático por razones «morales y estratégicas».
En un resumen, que se parece más a un delirio, el comité del Gobierno Federal indica que «ya es hora de tomar en cuenta que Moscú mantiene su dominio sobre muchos pueblos indígenas no rusos dentro de las fronteras de su país. Es hora de ver la crueldad con la que el Kremlin está suprimiendo su autoexpresión y autodeterminación».
Pero el delirio no acaba allí, pues los participantes y autores de la mesa redonda prosiguen: «actualmente se llevan a cabo muchas discusiones serias sobre lo que se debe hacer con el inamistoso imperialismo de Rusia. La agresividad de Rusia ha estimulado una discusión pendiente desde hace mucho tiempo de cómo se debe ‘descolonizar a Rusia'».
Esto es necesario, según los delirios de los autores del comité estatal de EEUU, porque según ellos Rusia es la heredera de la Unión Soviética «que ocultaba sus ambiciones colonialistas bajo la retórica antiimperialista y anticapitalista».
Cabe destacar, que al inicio de la operación militar especial en Ucrania, el objetivo anunciado por EEUU era debilitar a Rusia en el campo de batalla, aunque más tarde el Departamento de Estado anunciaría que «hace falta un cambio de régimen» para que los ciudadanos rusos puedan unirse a los países del «mundo libre». Aquellos mismos países que se sometieron a EEUU.
Y es que todos los pueblos «indígenas» que sufren del colonialismo de Moscú anhelan ser libres e intentan liberar a los estadounidenses que llevan dentro, que gritan por salir. Son los ciudadanos de piel oscura que siguen sufriendo el legado de la esclavitud y segregación racial, son los miembros de las tribus indígena que viven en reservas.
Curiosamente, los autores de la mesa redonda tuvieron la desfachatez de culpar a Rusia de la situación en la que se encuentran actualmente Siria y Libia, países que fueron atendidos por el bloque defensivo que es la OTAN.
Ahora, con la actual idea de «descolonización» los políticos estadounidenses fueron un paso más adelante, pues de acuerdo con ellos, ya no basta con un cambio de régimen y una democratización como castigo a los ciudadanos rusos. Ahora también hay que balcanizar a Rusia para que se convierta en varios países más pequeños: para que sea más fácil controlarlos desde fuera.
Es asombrosa la increíble facilidad que tienen los funcionarios estadounidenses, que según Niccolo Soldo están bajo la tutela de Victoria Nuland, por adoptar cualquier tendencia a su favor: las declaraciones políticamente correctas son la tendencia del día, así que el proceso de fragmentación y absorción de un Estado soberano recibió un nuevo nombre con carácter progresista: descolonización.
Lo peor de todo, es que entre todo el fervor de la propaganda occidental, los políticos estadounidenses empezaron a creer en sus propios mitos, e internalizaron la desilusional idea de la victoria de Ucrania, y por ende de EEUU. Afortunadamente, los hechos hablan por sí mismos, y contradicen el delirio que parece estar reinando ahora en un país gobernado por un anciano con todos los signos de demencia, que necesita tarjetas para acordarse de que se tiene que sentar y saludar a los periodistas.
Todo lo dicho en esta mesa redonda solo viene a reafirmar las declaraciones del presidente de Rusia, Vladímir Putin, que el país se está enfrentando a una amenaza existencial, razón por la cual Moscú no vacilará ante los retos.
Y es que los funcionarios y élites estadounidenses parecen estar felices con echar al mundo entero en una recesión económica de escala histórica y condenarlo a una hambruna para asegurarse de que Rusia no lleve a cabo sus objetivos en Ucrania.
Los ciudadanos europeos y estadounidenses tendrán que sacrificar su nivel de vida para que EEUU pueda triunfar en Ucrania, y los africanos deben pasar hambre al seguir la recomendaci’on de Washington de no comprar el grano ruso. Al fin y al cabo, la descolonización de Rusia es una buena causa. ¿Cómo podrán decir no a esto?