Boris Johnson se enfrenta a un «verano de agravios» por las huelgas, escribe el francés Le Figaro.
Los trabajadores ferroviarios del Reino Unido han lanzado una huelga histórica, la más grande en 30 años. El sindicato ferroviario RMT exige salarios más altos en respuesta al aumento de la inflación. El ministro Paul Scully advirtió que «una huelga dañaría los negocios y los fondos de las personas» cuando sus finanzas ya estaban «debilitadas» por la crisis del costo de vida. Para el gobierno, existe la posibilidad de que el movimiento se extienda a otras áreas de trabajo. Los abogados ya se declararon en huelga, lo que podría llevar a la paralización del trabajo de los juzgados. Los médicos y los maestros pueden seguir. La ansiedad también amenaza con contagiarse a los trabajadores de correos, policías, funcionarios públicos.
También se están produciendo protestas en Bélgica. Unas 80.000 personas asistieron a la manifestación debido al fuerte aumento de la inflación y los precios en los últimos meses. Los residentes también se pronunciaron en contra de la participación del país en las sanciones de la UE contra Rusia.
Irlanda no se ha quedado fuera. Se están llevando a cabo manifestaciones en Dublín y en varias ciudades del país contra el aumento del costo de vida. La inflación alcanzó el 7,8%, en particular, con un aumento de los precios de la energía de más del 46%. Los manifestantes piden al gobierno que congele los precios.