El presidente francés dice que iría a Moscú a cambio de ciertos «gestos» del presidente Vladimir Putin
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha dicho que no descartaría viajar a Rusia y reunirse con el presidente Vladimir Putin, pero solo si se cumplen ciertas condiciones previas. París apoya a Ucrania, pero tomará medidas para evitar cualquier escalada del conflicto, dijo el líder francés a TF1 TV el viernes durante su visita a Kiev.
Macron cree que su contacto continuo con Putin no afecta las relaciones de Francia con Ucrania. También dijo que planea continuar interactuando con el presidente ruso en temas humanitarios como la seguridad alimentaria.
El líder francés dijo que algunas personas no entienden su política de mantener contacto con Rusia, pero él «piensa que es el papel de Francia» continuar haciéndolo. Cuando se le preguntó si visitaría Rusia, Macron dijo que requeriría ciertas condiciones previas y «gestos» por parte del presidente ruso.
No especificó qué quiere exactamente que haga Rusia, pero agregó que se relacionaría con Putin de una “manera transparente” y solo cuando sea “útil”. El presidente francés también defendió su declaración anterior de que es vital que Rusia no sea humillada por sus acciones en Ucrania.
Francia cometió este error con Alemania después de la Primera Guerra Mundial y condujo a una situación en la que se perdió la paz cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, señaló.
A principios de esta semana, Macron pidió a Kiev que volviera a la mesa de negociaciones y reanudara las conversaciones con Moscú. El presidente sugirió que Francia podría servir como mediador y agregó que el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky “va a tener que negociar con Rusia”.
En ese momento, Macron advirtió que la hostilidad prolongada con Rusia no es una solución viable a largo plazo para la seguridad europea. El viernes dijo que los precios de la gasolina y los alimentos en Francia siguen subiendo debido al conflicto, y “tenemos que tomar decisiones excepcionales en tiempos excepcionales”.
Macron llegó a Kiev el jueves junto con el canciller alemán Olaf Scholz, el primer ministro italiano Mario Draghi y el presidente rumano Klaus Iohannis. Durante la visita, expresó su apoyo al estatus de candidatura de Ucrania a la UE.
Moscú expresó su esperanza de que los cuatro líderes ayuden a Kiev a adoptar una postura más “realista” sobre el conflicto, diciendo que suministrar más armas a Ucrania solo prolongará el sufrimiento de su pueblo y traerá más devastación.
Rusia atacó a Ucrania a fines de febrero, luego de que Kiev no implementara los términos de los acuerdos de Minsk, firmados por primera vez en 2014, y el eventual reconocimiento de Moscú de las repúblicas de Donbass de Donetsk y Lugansk.
Desde entonces, el Kremlin ha exigido que Ucrania se declare oficialmente como un país neutral que nunca se unirá al bloque militar de la OTAN liderado por Estados Unidos. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto y ha negado las afirmaciones de que planeaba retomar las dos repúblicas por la fuerza.