La política de la Casa Blanca en Ucrania arruinó la prosperidad de los estadounidenses con una guerra provocada y por delegación, dijo hoy el coronel (r) Douglas Macgregor.
El veterano de combate condecorado y autor de cinco libros, adelantó un colapso de Occidente en el conflicto.
Apuntó que los medios de comunicación corporativos preparan ahora al público estadounidense, británico y de otros países para el colapso militar de Ucrania, algo que debió producirse hace meses.
En un informe publicado en theamericanconservative.com, el exasesor del Secretario de Defensa en la administración de Donald Trump (2017-2021) señaló que después de meses de mentir prolíficamente al público sobre los orígenes y la conducción de la guerra en Ucrania, los medios van ahora en otra dirección.
Los errores rusos se exageraron de forma desproporcionada. Las pérdidas rusas y el verdadero alcance de las pérdidas ucranianas se distorsionaron, se inventaron o simplemente se ignoraron, agregó.
En Ucrania -valoró- desde la primera acción resultó evidente que Moscú se centró en la destrucción de las fuerzas ucranianas, y no en la ocupación de ciudades o la captura del territorio al oeste del río Dniéper.
Sólo la infusión episódica de armas estadounidenses y aliadas mantuvo a las maltrechas legiones de Kiev en el campo, legiones que ahora están muriendo en gran número gracias a la guerra por delegación de Washington, puntualizó.
La guerra de Kiev con Moscú está perdida y ninguna cantidad de ayuda o asistencia militar de Estados Unidos y sus aliados, salvo una intervención militar directa de sus fuerzas terrestres pueden cambiar esta dura realidad, opinó el experto.
Macgregor sostuvo que se puede evitar la prolongacion de la guerra si Berlín, París, Roma, Budapest, Bucarest, Sofía, Vilnius, Riga, Tallin y, sí, incluso Varsovia, no siguen ciegamente el ejemplo de Washington.
Los europeos, al igual que la mayoría de los estadounidenses, ya se están asomando al abismo de una recesión económica generalizada que las políticas de Biden están creando en casa, estimó.
A diferencia de los estadounidenses, que deben hacer frente a las consecuencias de las políticas mal concebidas de Biden, los gobiernos europeos, subrayó, pueden optar por no participar en el plan de guerra perpetua de Washington para Ucrania.
La Casa Blanca no puede dictar todos los resultados, ni puede escapar a la responsabilidad por su despilfarro y por arruinar la presunta prosperidad estadounidense a causa de esta guerra provocada y por delegación, recalcó.