Francia ajustará su plan de gastos militares de seis años a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania, anunció el lunes el presidente Emmanuel Macron.
Macron dijo que instruyó al gobierno a “llevar a cabo una reevaluación del programa de gasto militar en las próximas semanas, a la luz del contexto geopolítico”.
Francia «ha entrado en una economía de guerra en la que creo que nos encontraremos durante mucho tiempo», dijo durante la inauguración de la exposición de armas Eurosatory en París. El presidente francés dijo que la campaña militar de Rusia en Ucrania creó “una necesidad adicional de moverse más rápido y fortalecerse a un costo menor”.
“En cuanto a cualquiera que dude de la urgencia de estos esfuerzos, solo necesitamos volver a mirar a Ucrania, cuyos soldados exigen armas de calidad y tienen derecho a una respuesta nuestra”, señaló Macron.
Francia y otros miembros de la OTAN están suministrando armas a Kiev, incluidos vehículos blindados, misiles y drones.
Macron dijo que Europa necesita “una industria de defensa mucho más grande” y no debería depender de la adquisición de armas de otros lugares. El programa actual implica gastar 295.000 millones de euros (308.000 millones de dólares) entre 2019 y 2025 en la modernización del ejército francés. Se prevé que el presupuesto militar anual alcance los 41.000 millones de euros (43.000 millones de dólares) este año y los 50.000 millones de euros (52.000 millones de dólares) en 2025.
El mes pasado, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que Europa impulsaría su defensa tras el conflicto entre Rusia y Ucrania. Dijo que los países de la UE habían anunciado aumentos de sus presupuestos de defensa a 200.000 millones de euros adicionales (209.000 millones de dólares) en los próximos años.
Rusia atacó a Ucrania a fines de febrero, luego de que Kiev no implementara los términos de los acuerdos de Minsk, firmados por primera vez en 2014, y el eventual reconocimiento de Moscú de las repúblicas de Donbass de Donetsk y Lugansk. Los protocolos negociados por Alemania y Francia fueron diseñados para otorgar a las regiones separatistas un estatus especial dentro del estado ucraniano.
Desde entonces, el Kremlin ha exigido que Ucrania se declare oficialmente un país neutral que nunca se unirá al bloque militar de la OTAN liderado por Estados Unidos. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto y ha negado las afirmaciones de que planeaba retomar las dos repúblicas por la fuerza