Las fuerzas de Kiev han perdido alrededor de 10.000 efectivos desde el lanzamiento de la operación militar de Rusia, admite el asesor presidencial.
Las Fuerzas Armadas de Ucrania pueden admitir haber perdido alrededor de 10.000 efectivos desde el comienzo de la ofensiva militar rusa a fines de febrero, indicó el viernes el asistente presidencial Alexey Arestovich, mientras afirmaba que las pérdidas de Moscú son significativamente mayores.
Fuentes rusas creen que Kiev está subestimando significativamente sus bajas.
En una entrevista con el activista y YouTuber Mark Feygin, Arestovich reveló que “al comienzo del conflicto, morían en promedio 100 personas por día”.
“Pero en el ejército ruso, 1000 por día murieron en los primeros 20-30 días. Ahora mueren 200-300, nada menos”, dijo, sin probar ninguna evidencia para respaldar su afirmación.
Afirmó que el viernes fue un “día inusual” para el ejército ucraniano, ya que “600 personas [murieron] en un día, nada menos”.
“Será así: uno a cinco, uno a tres, uno a seis, fluctuará así”, dijo Arestovich.
Feygin preguntó si es posible, según estos cálculos, decir que el ejército ucraniano ha perdido hasta 10.000 soldados. “Sí, algo así”, respondió.
Aparentemente, esta es la primera vez que la parte ucraniana anuncia el número total de sus pérdidas. Las cifras publicadas por el Ministerio de Defensa ruso sobre las pérdidas del ejército ucraniano son mucho más altas: 23.367, al 18 de abril.
Con respecto a sus propias bajas militares, Moscú aún no ha revelado los números totales. A principios de este mes, el jefe del comité de defensa de la Duma rusa, Andrey Kartapolov, afirmó que, debido a los cambios en la estrategia militar, el ejército ruso “prácticamente ha dejado de perder gente”. Por eso, dijo, el Ministerio de Defensa no actualiza la información sobre las bajas desde marzo, cuando reportó 1.351 militares muertos.
En abril, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Rusia había sufrido “pérdidas significativas de tropas” y que era “una gran tragedia”.
Rusia atacó al estado vecino a fines de febrero, luego de que Ucrania no implementara los términos de los acuerdos de Minsk, firmados por primera vez en 2014, y el eventual reconocimiento de Moscú de las repúblicas de Donbass de Donetsk y Lugansk. Los protocolos negociados por Alemania y Francia fueron diseñados para otorgar a las regiones separatistas un estatus especial dentro del estado ucraniano.
Desde entonces, el Kremlin ha exigido que Ucrania se declare oficialmente como un país neutral que nunca se unirá al bloque militar de la OTAN liderado por Estados Unidos. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto y ha negado las afirmaciones de que planeaba retomar las dos repúblicas por la fuerza.