En respuesta a la operación militar de Moscú en Ucrania, los países occidentales impusieron una serie de sanciones contra Rusia con el objetivo de «aislar» a Rusia de la economía global.
Al comentar sobre las sanciones occidentales contra la economía de Rusia, el presidente Vladimir Putin afirmó que es imposible aislar a un país tan grande.
«Para un país como Rusia, es imposible estar rodeado por una valla desde el exterior», dijo. «Y nosotros mismos no vamos a erigir tal valla alrededor [de nuestro propio país]».
El presidente ruso también explicó que el país nunca va a tener una economía cerrada. Según él, Moscú no pretende crear un «telón de acero» al estilo soviético a su alrededor, sino que prefiere permanecer abierto a cualquier nación que quiera hacer negocios con él. Aquellos que opten por no comerciar con Rusia solo se estarán “robando a sí mismos”, dijo Putin.
Putin también abordó las afirmaciones de que él es personalmente responsable de la inflación vertiginosa en los países occidentales y dijo que no tiene nada que ver con las dificultades económicas que enfrentan otras naciones.
«Esto es el resultado de sus propios errores [de los países occidentales] [cometidos durante mucho tiempo]», señaló.
Con los funcionarios estadounidenses refiriéndose regularmente a la inflación récord de su país como «el aumento de precios de Putin», el presidente ruso bromeó diciendo que «ya llaman a la inflación con mi nombre».
Putin también sugirió que la generación actual en Rusia tiene el mismo destino que el emperador ruso del siglo XVII, Pedro el Grande, quien «retornó y fortaleció los territorios».
“Ese destino también cayó sobre nosotros”, concluyó el presidente.
Explicó que si un país no es capaz de tomar sus propias decisiones soberanas, entonces es una colonia, especialmente en las duras condiciones geopolíticas de hoy.
«Para poder reclamar ser un líder, y mucho menos un líder mundial, […] cualquier país, cualquier pueblo, cualquier grupo étnico debe garantizar su soberanía», continuó Putin. «Un país es una nación soberana o una colonia. No hay nada en el medio».
Después de que Rusia lanzara su operación militar en Ucrania el 24 de febrero, Occidente la condenó como una «invasión» y respondió con una serie de sanciones dirigidas a su economía, negocios, cultura, medios, deportes y muchas otras esferas.
El Kremlin ha criticado las sanciones occidentales como un intento de «aislar» a Rusia, subrayando que tales esfuerzos están destinados a ser infructuosos.