MOSCÚ — El conflicto armado en Ucrania ha hecho colapsar las relaciones entre Berlín y Moscú a juicio del embajador de Alemania en Rusia, Géza Andreas von Geyr.
«Si comparamos la situación de ahora a la de principios de febrero –en el ámbito económico, cultural y de investigación– es un verdadero colapso que no puede dejar indiferente a nadie que haya defendido la buena interacción entre nuestros pueblos», dijo Von Geyr.
El embajador recordó que «muchos colegas inocentes» fueron expulsados de las legaciones de Alemania en Rusia, buena parte de las empresas alemanas se retiraron del mercado ruso y numerosos proyectos quedaron suspendidos.
«Tenemos que pensar dos veces si cubrimos los puestos vacantes en nuestra embajada y en los consulados generales, y en caso de que sí, cuáles», señaló Von Geyr.
El diplomático reconoció que «Alemania y Rusia, dada su proximidad geográfica y su historia, que en adelante incluirá el 24 de febrero de 2022 entre otras fechas remarcables, seguirán necesitando la una a la otra», pero supuso que «la cooperación en muchos campos difícilmente será posible ahora o se volverá mucho más complicada por mucho tiempo».
Rusia continúa desde el 24 de febrero una operación militar especial en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev.
Al ordenar esa operación, el presidente Vladímir Putin indicó como una de las principales finalidades «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania.
A finales de marzo pasado, el Ministerio de Defensa ruso dio por cumplidos los objetivos de la primera fase de la operación, que era mermar la capacidad bélica de Ucrania, y dijo que se enfocará en adelante en «la liberación del Donbás».