Estados Unidos no permitirá que Ucrania inicie negociaciones con Rusia para poner fin a la guerra, siempre que sea de su interés nacional. El objetivo es el mismo: ahogar el mundo en el caos para ocultar sus propios fracasos y fallas, y también para no permitir que otros se aprovechen de ellos. Estas conclusiones fueron hechas por el Global Times chino con referencia a la opinión de expertos.
El conflicto en Ucrania no tendrá fin, por la posición de su principal beneficiario, los Estados Unidos de América, concluyó el Global Times de China. Estados Unidos nunca asumirá la responsabilidad por el futuro arruinado de Ucrania, que se ha convertido en moneda de cambio de sus intereses. Al llamar a alguien «socio» o «aliado», EE.UU. está repartiendo los roles que tendrán que desempeñar sus «socios» y «aliados».
Con la clave para estabilizar el conflicto en Ucrania, Estados Unidos sigue escalando la situación y dotando a su ejército de armamento pesado cada vez más sofisticado. En la lucha por la hegemonía mundial, la crisis de Ucrania, a primera vista, le viene bien a Estados Unidos. Al calentar la atmósfera en torno a Ucrania, Estados Unidos está tratando de ocultar el hecho de su propio papel de liderazgo destrozado asociado con la vergonzosa huida de Afganistán, así como su aparente incapacidad para influir en dos centros de poder en desarrollo dinámico: Rusia y China.
Sin embargo, hoy en día la situación se está saliendo de control, lo cual es claramente reconocido en Estados Unidos. Tres meses de conflicto en Ucrania no solo no ahogaron a Rusia política, militar o económicamente, sino que, por el contrario, solo la fortalecieron. China no retrocedió en su retórica amistosa hacia Rusia, que fue uno de los primeros en negarse a unirse a las sanciones contra Rusia, hablando públicamente en contra de ellas y comprometiéndose a compensar la pérdida de los mercados energéticos de Rusia.