Estados Unidos sigue sumido en una crisis migratoria, y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza informó en abril que las llegadas a la frontera sur se dispararon a 221.000 en marzo, la cifra más alta desde 2000.
Al menos 4.000 migrantes partieron hacia Estados Unidos desde el sur de México, en lo que podría convertirse en “la caravana de migrantes más grande del año”, según Associated Press.
El grupo, que en su mayoría incluye inmigrantes de América Central, Venezuela y Cuba, partió el lunes de la ciudad mexicana de Tapachula, y Reuters citó fuentes no identificadas que dijeron que la caravana incluye hasta 6.000 personas.
El organizador de la caravana, Luis García Villagran, dijo que el grupo representaba a varias nacionalidades de personas que huyen de las dificultades en sus países de origen, incluidos muchos de Venezuela.
“Estos son países colapsados por la pobreza y la violencia. Exhortamos encarecidamente a los asistentes a la cumbre […] a mirar lo que está pasando, y lo que puede pasar aún más en México, si no se hace algo pronto”, subrayó en referencia a la Cumbre de las Américas que arrancó en Los Ángeles el lunes para tratar temas relacionados con la migración.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo la semana pasada que no asistiría a la cumbre, en un aparente golpe a los esfuerzos de la administración Biden de utilizar la reunión para expandir la cooperación regional en la lucha contra la migración.
México, que ha sido utilizado como punto de tránsito de migrantes de América Central y del Sur, así como de Haití, deportó a más de 114.000 ciudadanos extranjeros durante 2021, según el Ministerio del Interior del país. El servicio de asistencia a refugiados de México recibió más de 131.000 solicitudes de estatus de refugiado en el mismo año, más de 51.000 de ellas de ciudadanos haitianos.
Estados Unidos a su vez, experimentó un flujo históricamente sin precedentes de intentos de ingresar ilegalmente al país el año pasado, con más de 1.7 millones de inmigrantes indocumentados detectados en la frontera con México por Aduanas y Protección Fronteriza al 30 de septiembre de 2021 (el final del año fiscal ). Cientos de miles de intentos de entrada más han sido reportados en los meses posteriores.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. informó en abril de 2022 que la cantidad de llegadas de migrantes a lo largo de la frontera sur de EE. UU. con México se disparó en marzo a sus niveles más altos desde 2000, ubicándose en 221,303.
También en marzo, Biden les dijo a los inmigrantes que no vinieran a Estados Unidos, insistiendo en que había habido un aumento en la inmigración «en los últimos dos años», pero que el aumento actual «podría ser» peor. El expresidente estadounidense Donald Trump, por su parte, argumentó en ese momento que Biden había «erosionado» el exitoso sistema que Trump había puesto en marcha, y que sus políticas «estaban funcionando mejor de lo que jamás se había visto en la frontera sur».
La crisis en la frontera sur de EE. UU. comenzó casi inmediatamente después de que Biden asumió el cargo en enero de 2021 y revocó las políticas de inmigración de la era Trump, incluido el muro fronterizo característico del presidente número 45 y el programa “Permanecer en México”. Otras medidas, incluidas las promesas de «restaurar y expandir» el sistema de asilo de EE. UU. y potencialmente proporcionar un «camino hacia la ciudadanía» para los más de 11 millones de inmigrantes indocumentados que ya residen en EE. UU., llevaron a un aumento adicional en los intentos de entrada.
Poco antes de la toma de posesión de Biden, caravanas de migrantes de América Central comenzaron a moverse hacia la frontera sur de Estados Unidos en un intento por buscar asilo en Estados Unidos.