Científicos de Suecia dicen que encontraron una nueva cepa de coronavirus de roedores, potencial para migrar a los humanos


Si bien la transmisión zoonótica no es segura, la capacidad del virus para adaptarse a nuevos organismos y animales portadores ha despertado la preocupación de los investigadores.

Investigadores de la Universidad de Uppsala en Suecia han descubierto que el 3,4% de los campañoles de banco portan un betacoronavirus denominado por los científicos como virus Grimso. El betacoronavirus puede eventualmente cruzar a los humanos tal como presumiblemente lo hizo un coronavirus transportado por murciélagos en 2019, lo que provocó la pandemia mundial.

La investigación, publicada en la revista médica Viruses, señaló que los patógenos relacionados con el virus Grimso se propagan entre otros tipos de campañoles endémicos de Europa. Según los científicos, esta es una mala señal, ya que indica que el betacoronavirus puede adaptarse fácilmente a nuevos hábitats y huéspedes y, por lo tanto, puede sufrir una transmisión zoonótica a los humanos.

Los campañoles de banco ocasionalmente se cuelan en las casas de las personas y entran en contacto con ellos y con otros animales que luego pueden transferir el virus a los humanos. Sin embargo, los científicos se mostraron reacios a decidir si este virus específico es una nueva amenaza incipiente. No obstante, aconsejaron estar atentos a las mutaciones y la propagación del virus Grismo para estar preparados.

«Si bien se desconoce la amenaza potencial que representa el virus para la salud humana y animal, nuestros hallazgos subrayan la importancia de la vigilancia longitudinal de los CoV en roedores salvajes para avanzar en el conocimiento actual sobre la ecología de los CoV en las poblaciones reservorio», concluye el artículo.

Los estudios de virus han avanzado últimamente después de que uno de los coronavirus, que normalmente infectan a los animales, pasó de murciélagos a Homo Sapiens a fines de 2019, causando la pandemia mundial de coronavirus. A pesar de años de estudios, los científicos aún no han encontrado el lugar y el momento exactos en que el coronavirus se convirtió en el SARS-CoV-2, aunque los primeros casos se registraron y confirmaron oficialmente en China en diciembre de 2019

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