Un alto funcionario de defensa ruso afirmó que Ucrania está utilizando voluntarios extranjeros como carne de cañón en su conflicto con Moscú. Los combatientes en cuestión normalmente carecen de entrenamiento y experiencia en combate, según el mayor general Igor Konashenkov.
Afirmó que los comandantes ucranianos “no perdonan a los extranjeros” y, para reducir las pérdidas entre sus propias fuerzas, los sacrifican primero, y agregó que “un número significativo” de mercenarios está tratando de salir de Ucrania, pero el “régimen de Kiev en todas las formas posibles les impiden ir al extranjero”.
“Observamos que desde principios de mayo, el flujo de mercenarios extranjeros a Ucrania para participar en las hostilidades contra las fuerzas armadas rusas prácticamente se ha secado”, agregó Konashenkov, quien se desempeña como portavoz del Ministerio de Defensa ruso.
Hablando en una sesión informativa, afirmó que, según los datos de Moscú, el número de combatientes extranjeros en Ucrania ha disminuido de 6.600 a 3.500.
“Cientos de mercenarios extranjeros en Ucrania fueron destruidos por armas de precisión rusas de largo alcance poco después de su llegada a los lugares donde estaban recibiendo entrenamiento adicional y donde se coordinaban las unidades tácticas”, afirmó.
La mayoría de los mercenarios, según el portavoz, fueron asesinados “debido al bajo nivel de entrenamiento y la falta de experiencia real en combate”.
Los aparentes intentos de las autoridades ucranianas de brindar protección legal a los combatientes extranjeros, agregándolos a las listas de las Fuerzas Armadas o brindándoles pasaportes ucranianos, no los salvarán de la responsabilidad, dijo.
La declaración se produjo varios días después de que la Oficina del Fiscal General de la República Popular de Donetsk dijera que tres presuntos mercenarios de Gran Bretaña y Marruecos, que se unieron al ejército ucraniano y luego fueron capturados por las fuerzas de la RPD, podrían enfrentar la pena de muerte por crímenes de guerra.
En marzo, el ministro de Defensa, Sergey Shoigu, sugirió dar luz verde a los combatientes extranjeros que quieran ir a Ucrania y unirse a las fuerzas de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, respaldadas por Rusia. Según Shoigu, hay unos 16.000 extranjeros, muchos de ellos de Oriente Medio y con experiencia en la lucha contra los yihadistas. El presidente ruso, Vladimir Putin, apoyó la idea y señaló que los opositores de Rusia en Ucrania han estado reclutando voluntarios extranjeros.
Rusia atacó al estado vecino a fines de febrero, luego de que Ucrania no implementara los términos de los acuerdos de Minsk, firmados por primera vez en 2014, y el eventual reconocimiento de Moscú de las repúblicas de Donbass de Donetsk y Lugansk. Los protocolos negociados por Alemania y Francia fueron diseñados para otorgar a las regiones separatistas un estatus especial dentro del estado ucraniano.
Desde entonces, el Kremlin ha exigido que Ucrania se declare oficialmente como un país neutral que nunca se unirá al bloque militar de la OTAN liderado por Estados Unidos. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto y ha negado las afirmaciones de que planeaba retomar las dos repúblicas por la fuerza.