Según la declaración, el bloque comunitario entrega armas letales y hace promesas de dinero a Kiev, incluido el que no le pertenece, mientras silencia los “atroces crímenes de guerra que los militantes neonazis ucranianos cometen a diario y su acoso a la población civil.
En respuesta a las nuevas sanciones europeas, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia indicó que la UE y “sus patrocinadores estadounidenses” son responsables de la agudización de los problemas alimentarios y energéticos en el mundo con sus acciones ilegítimas.
Es muy probable que las decisiones de la UE de renunciar parcialmente al petróleo ruso y los productos derivados y de prohibir los seguros de los buques mercantes de este país, provoquen nueva alza de precios, desestabilicen los mercados energéticos e interrumpan las cadenas de suministro, señaló el comunicado.
Advirtió además que los nuevos obstáculos impuestos a las mercancías de la nación euroasiática también afectarán el suministro de productos agrícolas.
“Tales acciones son contraproducentes: socavarán la economía y la seguridad energética de la UE. Acelerarán la crisis alimentaria mundial inminente, que Bruselas trata de prevenir solo de palabra”, enfatizó. Según el texto publicado por el servicio diplomático de Moscú, el sexto paquete de sanciones antirrusas tendrá un efecto autodestructivo para las naciones del bloque comunitario.
No es casualidad que la directiva europea tardara casi un mes en obligar a los Estados miembros a desplegar esta “decisiva muestra de solidaridad”, apuntó.
La Cancillería local subrayó que Rusia resistirá con dignidad las consecuencias de las sanciones unilaterales de la UE y seguirá siendo un socio comercial fiable en el escenario mundial.