Con la aparente flexibilización de la política de EEUU hacia Cuba, genera expectativa la reanudación de los encuentros bilaterales académicos y culturales, de acuerdo con especialistas entrevistados. ¿Qué fue de los puentes entre las culturas de ambos países y qué será de ellos en el futuro cercano?
Las regulaciones difundidas desde la Casa Blanca autorizarían los vuelos programados y chárter a lugares distintos de La Habana, así como cambios regulatorios respecto a las reuniones profesionales e investigaciones formales, incluido el apoyo a un mayor acceso a internet y a empresas de procesamiento de remesas.
La activista cubana radicada en EEUU Elena Freyre, presidenta de la organización PazAmor y directora de la Fundación por la Normalización de las Relaciones Cuba-EEUU, adelantó a Sputnik que prepara recorridos con itinerarios vinculados al arte para llevar grupos a conocer la isla, sus habitantes, paisajes y costumbres, denominados PazAmor Viajes.
«Siempre he pensado que cuando las personas arriban a la nación caribeña tienen, además del contacto con sus residentes, la oportunidad de visitar museos, asistir a eventos artísticos, espectáculos de ballet y conciertos. Por esa razón, a mi juicio, los enemigos de ese país aquí luchan tanto por evitar un turismo normal», sentenció.
Puentes de cultura y solidaridad
Freyre es una de las participantes asiduas en las caravanas de solidaridad, realizadas cada mes en varias regiones del mundo contra el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la isla y a favor del mantenimiento de lazos amistosos entre los ciudadanos de las dos naciones.
La última caravana, desarrollada este domingo 29 en la ciudad de Miami, celebró también el anuncio de la administración de Joe Biden del 16 de mayo, relacionado con cierta flexibilización de la política asumida por su antecesor Donald Trump (2017-2021,) desde disposiciones como la reanudación de los vuelos comerciales y la suspensión del límite de las remesas hacia la isla.
«Las recientes medidas divulgadas por el Departamento de Estado, si bien son un paso en la dirección correcta aún no han sido implementadas por el Departamento del Tesoro mediante la Oficina de Controles de Bienes Extranjeros. Hasta su publicación no sabremos el alcance real de esas regulaciones», refirió.
A su juicio, son un pequeño respiro de alivio para el pueblo de la mayor de las Antillas y responden a la presión ejercida sobre el mandatario estadounidense para el cumplimiento de sus promesas electorales sobre retomar la política de Barack Obama (2009-2017) en la etapa final de su mandato, cuando el propio Biden era vicepresidente y Cuba y EEUU restablecieron relaciones en 2015.
La activista explicó que PazAmor es una organización sin fines de lucro cuya misión principal radica en la difusión de la verdad acerca de la isla, su cultura y Gobierno. Con ese propósito, mantienen un programa semanal de YouTube sobre temas actuales referentes al país caribeño, producido por el periodista y vicepresidente de esa asociación Carlos Rafael Diéguez.
«El espacio denuncia las noticias falsas sobre Cuba y promueve las actividades contra el bloqueo. En cuanto sea posible programaremos un viaje a Washington para reunirnos con algunos congresistas. El objetivo es abogar por el cese de esa política y educarlos sobre las consecuencias negativas para los ciudadanos de ambas orillas», puntualizó.
Freyre recordó que, durante sus viajes a La Habana, los miembros de la organización mantuvieron encuentros con representantes de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) y con Ricardo Alarcón de Quesada, escritor, diplomático y político fallecido el 30 de abril último.
Trump y el adiós a los «intercambios culturales y el diálogo»
Se conversó con el equipo de realización de La gente del documental, un largometraje de Inti Herrera y producido por Reymel Delgado que testimonia uno de los intercambios culturales más significativos en la historia reciente de la mayor de las Antillas y Estados Unidos.
Hace cuatro años, el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas de EEUU, y el Ministerio de Cultura de Cuba anunciaron de manera conjunta la realización del Festival Artes de Cuba: De la Isla para el Mundo, acontecido entre el 8 de mayo y 3 junio de 2018 en el Teatro Eisenhower de Washington, cuando el escenario político evidenciaba tensiones en los vínculos bilaterales.
El documental narra episodios vinculados a la realización de aquel evento en tierra estadounidense, en el que participó una amplia delegación cubana integrada por alrededor de 427 artistas, y recoge las declaraciones de algunos protagonistas, residentes dentro y fuera del país caribeño.
«Para nosotros el proceso representó una aventura. Sin tener completamente claro el punto de vista del documental, la idea originaria era el registro en imágenes de los espectáculos, sobre todo, porque ya era visible el cambio de política de la administración de Donald Trump [2017-2021] que supuso la eliminación de los intercambios culturales y del diálogo», afirmó el director Inti Herrera.
La obra fílmica tiene como núcleo de inspiración ese encuentro, con un amplio y complejo programa que abarcó las artes plásticas, cine, teatro y ballet y constituye una vivencia colectiva de varios artistas, historiadores, políticos y gestores culturales, conformado desde la experiencia de un grupo de cineastas independientes.
Entre los entrevistados resaltan personalidades como Yissy García, Aldo López-Gavilán, José Parlá y Manuel Mendive; así como, declaraciones del abogado, coleccionista de arte e investigador Emilio Cueto; del Secretario de Comercio de Estados Unidos entre 2005 y 2009, Carlos Gutiérrez y de Emily Mendrala, entonces Directora Ejecutiva del Centro para la Democracia en las Américas.
Ese «acto quijotesco», como lo definió el realizador, no pudo ser reflejado en su totalidad pues les negaron filmar dentro del Kennedy Center. Sin embargo, definieron como esencia de la obra, «el encuentro entre dos culturas y las posibilidades que cada una ofrece como vehículo de conciliación, el primer puente por donde puede transitar el entendimiento y la ruptura de los juegos de contrarios y el odio».
Herrera detalló a Sputnik las peculiaridades asumidas durante la redefinición de la película, la búsqueda de una aproximación diferente a los protagonistas y el riguroso proceso de investigación, incluso, el hecho de sortear la distancia entre el lugar de hospedaje y la institución dedicada a las artes escénicas.
«En las mañanas, antes de salir, Reymel me preguntaba ¿qué hacemos hoy? y yo no tenía una respuesta clara sobre el trabajo diario. A veces, llegábamos a la ciudad y evaluábamos qué pasaba, con quién nos encontrábamos y seguíamos, de forma intuitiva, la materialización de la cinta. Cuando llegamos a La Habana percibimos cuán significativo era este material», aseguró.
A su juicio, el conflicto ha mediado la vida de las personas menores de 60 años radicadas en Cuba y, por tanto, los realizadores debieron evitar lenguajes cinematográficos empleados con anterioridad y realizar un riguroso estudio sobre los antecedentes, acompañado de un procedimiento de edición complejo y provisto de un carácter intimista y activo.
«Hola, somos la gente del documental» fue la tarjeta de presentación durante un mes del equipo en Estados Unidos. La frase, convertida en logo y marca, reflejada en el vestuario del staff y en el rostro de los involucrados dentro de la película, también extiende su radio de acción a los espectadores porque, de acuerdo con Herrera, «todos somos la gente del documental».
Con una duración aproximada de 80 minutos, este «ensayo fílmico», es fruto de la confluencia de colectivos creativos como FACFILMS, i4films, Wajiros Films y La Rueda Films, y de la colaboración, entre otros, del Ministerio de Cultura de Cuba, Cuba Educational Travel, Estudio 50, Vistar, Ideal Glass, 2 Wolves Films, Clandestina, Startup Cuba y Campono Café.
Las relaciones entre Cuba y EEUU en la era Obama
Antes de su salida de la Casa Blanca, el presidente estadounidense Barack Obama (2009-2017) aprobó una serie de medidas que demostraban, en cierta manera, la incapacidad del modelo de confrontación asumido por sus predecesores en el despacho oval respecto a Cuba, entre ellas, el restablecimiento de vínculos diplomáticos interrumpidos el 3 de enero de 1961.
Sumado a la disminución de las regulaciones de transferencias de dinero y la facilitación de recorridos académicos, culturales o religiosos sin necesidad un permiso especial, Obama eliminó a la isla de la lista de naciones patrocinadoras del terrorismo y reabrió la embajada de Washington en La Habana.
«Emergieron acciones en el plano educativo, literario y artístico, si bien no podemos analizar ese fenómeno de forma ingenua, durante la última etapa del mandato de Obama. Grandes personalidades del mundo cultural acudieron a la isla como Jay Z, Beyoncé y Madonna y agrupaciones como The Rolling Stones», indicó a Sputnik el historiador Hassan Pérez Casabona.
En paralelo, apuntó el profesor titular de la Universidad de La Habana (UH), delegaciones de la mayor de las Antillas intervinieron en festivales de cine, eventos, exposiciones de artes plásticas presentaciones y conciertos de grupos musicales y, por ejemplo, espacios como el Congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) dedicaron espacios a la poesía cubana.
«En esta etapa advertimos con mayor amplitud este tipo de encuentros y una política del engagement más refinada. Cuando Obama llega aquí en marzo de 2016, como parte de todo ese despliegue, realizaron un intercambio entre el equipo de béisbol de Cuba y el Tampa Bay Rays. Ese es el contexto inmediato que antecede al festival acontecido en el Kennedy Center», subrayó.