PEKÍN — El cierre de actividad de empresas estadounidenses y europeas en Rusia es visto por las compañías chinas como una oportunidad para expandirse, aseguró el cónsul general de Rusia en Harbin, Vladímir Oschepkov.
«Muchos empresarios chinos ven la salida de las compañías occidentales del mercado ruso como una oportunidad para sus negocios», dijo el diplomático.
Numerosas firmas europeas y estadounidenses cerraron sus operaciones comerciales en Rusia ante las dificultades que generaron las sanciones impuestas por sus Gobiernos que obstaculizan las transacciones comerciales y la cadena logística.
Oschepkov señaló que las restricciones occidentales afectaron también el comercio transfronterizo entre Rusia y China.
«Los empresarios rusos y chinos se vieron obligados a cambiar su esquema habitual de trabajo, principalmente en lo que se refiere a las transacciones financieras y la logística. Sin embargo, estos problemas no fueron una barrera insalvable para la cooperación bilateral», enfatizó.