MOSCÚ — Rusia podría reducir en un 20 o 30% la producción del crudo sin perjuicio para sus intereses, opina el vicepresidente para Desarrollo Estratégico de la petrolera Lukoil, Leonid Fedún.
«¿De qué le vale a Rusia producir 10 millones barriles diarios, si podemos consumir de forma eficaz y exportar 7 u 8 millones sin perjuicio para presupuesto público, consumo doméstico y cobertura de importaciones?», inquiere Fedún en un artículo para RBC.
El ejecutivo de Lukoil señala que preservar para el futuro las reservas sin explotar y centrarse en el desarrollo de infraestructuras sería más racional que acumular pasivos dudosos que se devalúan cada año.
«¿Es mejor vender 10 barriles del crudo a 50 dólares o siete a 80 dólares? Pues aquí pasa lo mismo. ¿Para qué mantener el volumen de exportación al nivel previo a la crisis aceptando descuentos del 30 o el 40%?», pregunta Fedún.
Ahora que se habla de imponer un embargo petrolero a Rusia, advierte el vicepresidente de Lukoil, «los compradores tratarán de institucionalizar esos descuentos con la ayuda de instrumentos de regulación tarifaria».
A Lukoil le corresponden un 2% de la producción global del petróleo y alrededor del 1% de las reservas probadas de hidrocarburos, según el sitio web de la empresa.