Es probable que las cifras aumenten si las naciones no comienzan a trabajar juntas para abordar la crisis alimentaria.
Se prevé que el número de personas en el mundo que enfrentan hambre aguda aumente en 18 millones debido a la crisis en Ucrania, dijo Maurizio Martina, subdirector de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en una entrevista con Corriere della Sera, publicado el viernes.
Según las estimaciones de la agencia, en 2021, la hambruna afectó a 53 países, dejando a casi 200 millones de personas en todo el mundo sufriendo hambre.
“Esta guerra agravará aún más el escenario. Nuestras primeras estimaciones apuntan a un aumento de otros 18 millones de personas, pero está claro que mucho también dependerá del desarrollo del conflicto”, dijo Martina.
Señaló que la situación con la amenaza mundial al suministro de granos se ha vuelto alarmante para los países en desarrollo, ya que 36 de los países con crisis alimentaria antes compraban más del 10% de su trigo a Rusia y Ucrania.
Además de las dificultades con el envío de granos debido a los puertos del Mar Negro actualmente bloqueados, donde, según Martina, hay al menos 6 millones de toneladas de trigo y 14 millones de toneladas de maíz, el funcionario de la ONU dice que el conflicto en Ucrania y las sanciones resultantes en Rusia también afectan los precios y la disponibilidad de fertilizantes. Estos factores combinados están impulsando el costo del trigo, lo que podría empeorar la crisis alimentaria a nivel mundial.
“Como ha estimado el Banco Mundial, un aumento del 1% en los precios de los alimentos básicos puede significar que al menos 10 millones de personas corren el riesgo de pasar hambre… Si los precios [de los fertilizantes] siguen siendo tan altos y el acceso a la agricultura en los países en desarrollo se vuelve cada vez más difícil , las consecuencias serán muy problemáticas con una fuerte disminución de los cultivos”, dijo Martina. Agregó que “ninguna política nacional puede abordar por sí sola la inseguridad alimentaria mundial”, y pidió a los gobiernos que formen una estrategia multilateral para hacer frente a la situación.
Según él, los puertos del Mar Negro deben reabrirse, ya que se pueden mover grandes cantidades de mercancías a través de ellos y las rutas alternativas, como los ferrocarriles y las carreteras, no pueden manejar envíos suficientes y oportunos.
Las naciones occidentales han acusado repetidamente a Rusia de bloquear los puertos, pero Moscú niega las acusaciones. El representante de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU, Vasily Nebenzya, declaró la semana pasada que Rusia abrió un corredor para los envíos de granos desde el puerto de Odessa, que está controlado por Kiev, pero los barcos con granos no pudieron salir.
“Nos acusan de no dejar pasar a los barcos, pero no sembramos las minas”, afirmó.
El viernes, el Ministerio de Defensa ruso anunció que había abierto corredores marítimos para la salida de barcos extranjeros desde los puertos ucranianos de Kherson, Nikolaev, Chernomorsk, Ochakov, Odessa, Yuzhny y Mariupol. Según el ministerio, alrededor de 70 barcos extranjeros de 16 países están actualmente bloqueados en los puertos.