Una prohibición inmediata conduciría a la pérdida de empleos y afectaría gravemente la economía, dice el ministro de Trabajo.
Un embargo sobre el gas natural ruso afectaría gravemente a la economía alemana, así como a la sociedad, dijo el ministro de Trabajo, Hubertus Heil, en una entrevista con el medio de comunicación Funke, publicada el sábado.
“Deberíamos independizarnos gradualmente de las importaciones de gas, pero la imposición inmediata de un embargo complicaría aún más la situación con el aumento de los precios y provocaría la pérdida de puestos de trabajo. Así que hay que evitar esto”, advirtió.
Heil señaló que el mercado laboral en Alemania, a pesar de sufrir las consecuencias de la pandemia de Covid-19, actualmente se encuentra estable, pero medidas drásticas como cortar el gas ruso cambiarían la situación para peor.
Sin embargo, en caso de un embargo de gas inmediato, estaríamos en una situación económica y social completamente diferente”, afirmó, y agregó que un embargo sería “veneno para la sociedad [alemana]”.
Junto con otros estados de la UE, Berlín ha estado trabajando para eliminar gradualmente la energía de Rusia, pero el gobierno ha declarado repetidamente que el país no puede permitirse el lujo de hacerlo de inmediato, ya que conduciría a una crisis económica e industrial.
Alemania depende en gran medida de los proveedores de energía rusos, comprando alrededor del 25% de su petróleo y el 40% de su gas de Rusia. Sin embargo, de acuerdo con la estrategia actual, Berlín planea reemplazar completamente el carbón y el petróleo rusos para fin de año, y cambiar del gas ruso a proveedores alternativos en 2024.