El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmitry Kuleba, les dijo a los patrocinadores extranjeros de Kiev en el Foro Económico Mundial (FEM) en Davos que deberían frenar el optimismo sobre la situación en el este del país.
“No quiero que nadie tenga la sensación de que la guerra está más o menos bien. La situación en Donbass es extremadamente mala”, insistió Kuleba.
Y las cosas van a empeorar aún más si «no obtenemos MLRS lo antes posible», agregó, refiriéndose al sistema M270 MLRS de fabricación estadounidense que puede usarse como lanzacohetes múltiple y lanzador de misiles tácticos.
Sin los sistemas MLRS, el gobierno de Kiev no podrá retomar Kherson, y el control de la ciudad estratégica permitiría a Rusia amenazar tanto el centro de Ucrania como las regiones del suroeste, donde se encuentra el puerto de Odessa, señaló.
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Sin embargo, Kuleba dijo que “la situación con las entregas de armas [a Ucrania] es mucho mejor ahora, en comparación con hace un mes”. Agregó que Washington “merece respeto” por esto.
Los funcionarios ucranianos se han sentido cada vez más frustrados con el hecho de que la administración Biden no haya proporcionado sistemas MLRS a Kiev, informó Politico la semana pasada. Funcionarios estadounidenses anónimos dijeron al medio que la Casa Blanca se estaba demorando en el posible envío de los lanzacohetes debido a la preocupación de que Rusia pudiera verlo como una nueva escalada. Una de las fuentes le dijo al medio que Washington tenía que “tomar decisiones sobre qué sistemas de armas proporcionan el mayor rendimiento por el dinero”. Por lo tanto, EE. UU. dictaminó que “era más eficaz y eficiente enviar los 90 M777 [obuses] porque se pueden enviar más” por la misma cantidad de dinero, en comparación con el MLRS.
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